miércoles, 20 de diciembre de 2017

Una dieta saludable se asocia con una mayor autoestima en los menores.

Así concluye un nuevo estudio realizado en ocho países, entre ellos España, que también recoge datos a la inversa: la autoestima se vincula con pautas que restringen el consumo de azúcares y grasas, y fomentan el de pescados y verduras.

Un estudio publicado en la revista BMC Public Health asocia la ingesta de productos saludables con una mayor autoestima y menos trastornos emocionales en los menores, independientemente del peso corporal. “Una dieta saludable puede mejorar el bienestar de los niños”, explica Louise Arvidsson, una de las autoras del trabajo, de la Universidad de Gotemburgo, Suecia. “En los pequeños hay una asociación entre el cumplimiento de las pautas dietéticas saludables y un mayor bienestar psicológico –lo que incluye menos problemas emocionales, mejores relaciones con otros niños y una mayor autoestima– dos años después".

Tras examinar a 7.675 niños de dos a nueve años de ocho países europeos (Bélgica, Chipre, Estonia, Alemania, Hungría, España y Suecia), los investigadores encontraron que una puntuación mayor en un índice de adherencia alimentaria saludable (HDAS) al inicio del estudio estaba asociado con una mayor autoestima y menos problemas emocionales y con sus semejantes un par de años después.

Además, las asociaciones entre HDAS y el bienestar fueron similares para los niños que tenían un peso normal y los que sufrían sobrepeso. "Fue sorprendente descubrir que la asociación entre la dieta inicial y un mayor bienestar dos años después era independiente de la posición socioeconómica de los niños y su peso corporal", añade Arvidsson.

El HDAS tiene como objetivo capturar el cumplimiento de las pautas dietéticas saludables, que incluyen limitar la ingesta de azúcares refinados, reducir las grasas y comer frutas y verduras. Un HDAS más alto indica una mejor adherencia a las recomendaciones, es decir, una alimentación más saludable. Las pautas son comunes a los ocho países incluidos en este estudio.

Más pescado y verduras

Los autores utilizaron datos de un estudio prospectivo de cohortes que pretende comprender cómo prevenir el sobrepeso en los niños y al mismo tiempo considerar los múltiples factores que contribuyen a ello. Al comienzo del período de estudio, se les pidió a los padres que informaran con qué frecuencia por semana sus hijos consumían alimentos de una lista de 43 artículos. Dependiendo de su consumo de estos alimentos, a los niños se les asignó una puntuación HDAS.

El bienestar psicosocial se evaluó en función de la autoestima, las relaciones con los padres, los problemas emocionales y con los compañeros. También se midieron la altura y el peso de los niños. Todos los cuestionarios se repitieron dos años después.

El estudio es el primero en analizar los componentes individuales incluidos en el HDAS y sus asociaciones con el bienestar de los niños. Los autores encontraron que la ingesta de pescado de acuerdo con las directrices (2-3 veces por semana) se asoció con una mejor autoestima y con una ausencia de problemas emocionales y entre compañeros. La ingesta de productos integrales se asoció con una falta de conflictos entre iguales.

Las asociaciones iban en ambas direcciones, es decir, un mejor bienestar se relaciona con el consumo recomendado de frutas, verduras, azúcar y grasa; una mejor autoestima se asocia con la ingesta de azúcar de acuerdo con las directrices; las buenas relaciones con los padres con el consumo de frutas y verduras ponderado; menos problemas emocionales con la toma de grasa aceptable; y menos problemas con los compañeros se asocian con el consumo de frutas y verduras saludable.

Los resultados deben confirmarse

Los autores advierten que los niños con mala alimentación y bajo bienestar eran más propensos a abandonar los estudios y, por tanto, estaban subrepresentados en el seguimiento a dos años, lo que complica las conclusiones acerca de las verdaderas tasas de mala alimentación y bajo bienestar.

Es más, como el estudio es observacional y se basa en datos facilitados por los padres, no es posible extraer conclusiones sobre la causa y el efecto. "Estas asociaciones deben confirmarse en estudios experimentales que tengan en cuenta a los niños con diagnóstico clínico de depresión, ansiedad u otros trastornos del comportamiento, en lugar del bienestar informado por los padres", concluye Arvidsson.


BMC Public Health (2017); doi:10.1186/s12889-017-4920-5



miércoles, 22 de marzo de 2017

El consumo de frutas y verduras podría reducir el riesgo de EPOC.

Un estudio del Instituto Karolinska revela que los fumadores que consumían más de 5 porciones diarias tenían hasta un 40% menos de probabilidades de desarrollar esta enfermedad.

Investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia, han descubierto que el consumo de frutas y verduras puede reducir el riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar osbtructiva crónica (EPOC), incluso en pacientes fumadores o que han dejado de serlo. Así se desprende de los resultados de un estudio con más de 40.000 participantes publicado en la revista Thorax, que reveló que los fumadores que consumían más de 5 porciones de fruta o verdura a diario tenían hasta un 40% menos de probabilidades de desarrollar una EPOC, en comparación con quienes consumían menos de 2. Además, cada porción adicional reducía el riesgo un 8% más.

"Todos los fumadores y ex fumadores deben comer la mayor cantidad posible de frutas y verduras, ya que cada porción extra disminuye significativamente el riesgo", ha destacado Joanna Kaluza, autora de esta investigación.

Según los autores de este trabajo, esta reducción del riesgo podría deberse a los antioxidantes encontrados en estos alimentos, que podrían ayudar a proteger los pulmones del daño causado por el tabaquismo. En total analizaron datos de 44.335 hombres mayores y de mediana edad que no sufrían EPOC al inicio del estudio, cuando se sometieron a diferentes cuestionarios para detallar su consumo de determinados alimentos y si consumían tabaco.

Los investigadores hicieron un seguimiento a estos participantes desde 1998 a 2012, y utilizaron un registro de pacientes para determinar si se les había diagnosticado EPOC durante ese periodo. De los que eran fumadores o lo habían sido, casi dos tercios (1.918) desarrollaron la enfermedad. El equipo de investigación dividió a los participantes en cinco grupos de acuerdo con la cantidad de porciones de frutas y verduras que comían diariamente. El grupo superior comía más de 5 porciones al día, mientras que el más bajo comía menos de 2 porciones al día.

El beneficio no se observa en los no fumadores

Así, vieron un riesgo significativamente reducido de EPOC cuando los fumadores y exfumadores consumían muchas frutas y verduras, algo que sin embargo no observaron en los no fumadores. Los ex fumadores con un alto consumo de verduras fueron un 34% menos propensos a tener EPOC que los ex fumadores con bajo consumo de frutas y hortalizas, y cada porción adicional conllevaba una disminución del riesgo del 4%.
Cuando los investigadores analizaron los tipos de productos vinculados a un menor riesgo de EPOC, vieron una asociación con las manzanas, peras, pimientos y verduras de hoja verde, pero no pasaba tanto con los cítricos, los tomates o las cebollas. "El alto consumo de frutas y verduras no sólo reduce el riesgo de EPOC sino también de enfermedades cardiovasculares y cáncer, y ayuda a mantener el peso corporal adecuado y otros beneficios", ha señalado Kaluza.