jueves, 20 de noviembre de 2014

Los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías, una opción segura como apoyo en el manejo de la obesidad y la diabetes.

Varios estudios muestran que este tipo de sustancias, además de favorecer el control del peso, no sobreestimula los receptores del gusto ni provoca sensación de hambre.


   La evidencia científica ha mostrado que los edulcorantes bajos en calorías son una opción dietética adecuada como apoyo en el manejo de enfermedades como la obesidad o la diabetes mellitus. El dato se ha puesto de manifiesto durante el simposio 'Efectividad y seguridad de los edulcorantes bajos o sin calorías', organizado por la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) y la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA), y que ha tenido lugar en el marco el III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública que se celebra en Las Palmas de Gran Canaria.

   Según explicó en su ponencia el Prof. Dr. Adam Drewnowski, del Centro para la Nutrición y la Salud Pública de la Universidad de Washington, en Seattle, “la incorporación a las dietas de edulcorantes bajos o sin calorías ayudan en el control del peso. Además, varios estudios de laboratorio han mostrado de manera consistente que este tipo de edulcorantes no sobre-estimulan los receptores del gusto, no provocan hambre y no causan que se coma en exceso posteriormente”.

   “Aunque no se ha conseguido demostrar la causalidad, el análisis de datos de estudios observacionales e intervenciones clínicas a gran escala hechas en Estados Unidos, ha permitido identificar algunas tendencias socioeconómicas ligadas al consumo de bebidas con edulcorantes bajos o sin calorías”, apuntó el Dr. Drewnowski.

   De manera general, y según las conclusiones de estos estudios observacionales, el perfil de personas que consume alimentos y bebidas que contienen edulcorantes bajos o sin calorías suele tener alta formación académica. Además, el Dr. Drewnowski indica que, “es común que tengan un estilo de vida saludable, con hábitos alimentarios y de actividad física adecuados”.

   Tal y como señala el Prof. Dr. Arturo Anadón, perteneciente al departamento de Toxicología y Farmacología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, “a día de hoy todos estos edulcorantes bajos o sin calorías son evaluados y aprobados por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA). Los compuestos que los conforman se encuentran de forma natural en otro tipo de alimentos como vegetales y frutas, y se ha demostrado que su uso dentro de las cantidades diarias recomendadas no supone ningún riesgo para el desarrollo de enfermedades”.

Evidencia científica demostrada sobre seguridad

   Por otro lado, además de contribuir a la reducción y mantenimiento de un peso adecuado, así como de servir de apoyo en el manejo de algunas patologías como la diabetes mellitus, son varios los estudios que muestran que no existe ninguna asociación entre el consumo de edulcorantes bajos o sin calorías y el incremento del riesgo de padecer dolencias no transmisibles como el cáncer.

   Tal y como subraya en su conferencia el Prof. Dr. Carlo la Vecchia, del Departamento de Epidemiología en el Instituto de Investigación Farmacológica ‘Mario Negri’, en Milán, “varios estudios llevados a cabo en Italia durante los últimos años, en los que se han comparado pacientes con diferentes tipos de cáncer con pacientes sanos, han mostrado que existe evidencia epidemiológica suficiente para refutar cualquier asociación entre el consumo de sacarina, aspartamo u otros edulcorantes y el riesgo de sufrir las neoplasias más comunes”.




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