miércoles, 25 de marzo de 2015

El consumo de 34 gramos de granos enteros de cereal al día reduce en un 17% el riesgo de muerte prematura.

Un estudio basado en los hábitos de consumo durante 14 años de 566.339 personas revela que una dieta rica en fibra de cereal reduce la mortalidad en patologías crónicas como cáncer, enfermedades cardiorrespiratorias o diabetes.


   Investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, Estados Unidos, afirman como el consumo de fibras de cereal y granos enteros se asocia con un menor riesgo de muerte para patologías crónicas como cáncer, enfermedades cardiorrespiratorias o diabetes, que varía según la dolencia. 

   El trabajo, cuyos resultados se publican en BMC Medicine, apunta que el consumo de una media de 34 gramos de granos enteros de cereal al día –toda la semilla de una planta comestible formada por el germen, el salvado y la espora de cereales como el trigo, la avena y quinua– se asocia con una reducción del 17% del riesgo de muerte prematura, en comparación con las personas que consumen un promedio 3,98 gramos.

   Los granos de cereal completos son una fuente rica de fibra dietética y otros nutrientes como minerales y antioxidantes. Asimismo, la ingesta media de 10,22 gramos al día de fibras de cereal se asocia con una reducción del 19% de riesgo de muerte prematura en comparación con aquellos que consumen una media de 2,02 gramos al día. 

   Para Lu Qi, director del estudio, estos hallazgos “deben motivar ensayos clínicos y estudios experimentales que den mayor testimonio sobre los efectos beneficiosos para la salud de los granos enteros y sus posibles compuestos eficaces como la fibra y otros nutrientes. El objetivo último es explorar los efectos metabólicos de estos componentes".

   Es más, los científicos de Harvard encontraron que, incluso cuando se tuvieron en cuenta factores como el estado de salud, la actividad física y el grado de obesidad de los participantes, el porcentaje de riesgo de muerte prematura se reducía de forma similar.

   Los investigadores analizaron los resultados del Estudio de Dieta y Salud NIH-AARP, que analizó los hábitos de consumo durante 14 años de 566.339 personas con una edad de 50 años en adelante, procedentes de diversos estados norteamericanos.



Necesidad de más estudios

   Al desglosar los resultados por tipo de patología, los datos revelan que el consumo elevado de cereales integrales se asocia con un 11% y un 48% de menor riesgo de muerte por enfermedades respiratorias y diabetes, respectivamente. Además, la mortalidad relacionada con la ingesta de fibras disminuye un 15% y 34% el riesgo de cáncer y diabetes, respectivamente.

   Para los autores, al tratarse de un estudio observacional no es posible confirmar que los granos enteros y las fibras por sí solas provoquen esta reducción del riesgo. “La fibra de cereales, presente en los granos completos, puede tener efectos beneficiosos para la salud gracias a sus propiedades antiinflamatorias, entre otras. Sin embargo, se necesitará más investigación para confirmar si este hecho es el causante de la buena salud de los sujetos analizados”, concluyen.





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