Un estudio demuestra que por cada 28 gramos ingeridos de
estos alimentos, la tasa de mortalidad total desciende en un 5% y la
cardiovascular, en un 9%.
Un estudio realizado por investigadores de la Harvard School of Public Health
y cuyos resultados se han publicado en JAMA Internal Medicine ha puesto
de manifiesto que la ingesta de cereales integrales propicia una reducción de la
mortalidad cardiovascular
Para ello, los científicos han analizado los
datos procedentes de dos estudios de seguimiento prospectivo a largo plazo
realizados sobre una muestra de pacientes libres de enfermedad cardiovascular y
de cáncer, el Nurses Helath Study, elaborado sobre 74.341 mujeres (1984-2010), y
el Health Professionals Follow-Up Study, realizado en 43.744 hombres
(1986-2010). En ambos estudios, se preguntó a los pacientes por su frecuencia de
consumo de cereales integrales mediante cuestionarios que se les iba realizando
cada 2 o 4 años.
En concreto, el estudio publicado ahora evidencia que
por cada 28 gramos de cereales integrales ingeridos se reduce en un 5% el riesgo
de muerte prematura y en un 9% el riesgo de muerte por causa cardíaca. “Así,
cuantos más cereales integrales consumamos más estaremos disminuyendo el riesgo
de mortalidad cardiovascular”, recalca la Dra. María Elisa Calle Purón,
coordinadora del Comité Científico del Programa Alimentación y Salud de la FEC
(PASFEC) y profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de
Madrid.
La Dra. Calle Purón destaca, asimismo, que el estudio “se ha
realizado sobre una cohorte de seguimiento bien controlada en la que, después de
haber ajustado los datos a otras variables que podrían afectar al riesgo de
muerte de la persona, como son la edad, el índice de masa corporal o el
tabaquismo, se ha observado que el consumo de cereales integrales sigue
asociándose a una reducción de la mortalidad global y de la mortalidad por causa
cardiovascular”.
El beneficio se atribuye a la fibra
Los cereales integrales al no haber sido sometidos a un proceso
de refinamiento conservan todas las partes que conforman el grano del cereal: el
salvado, la cáscara externa que protege la semilla; el germen, embrión que hay
dentro de la semilla; y el endospermo, que constituye la parte más abundante del
grano del cereal y la principal fuente de alimentación cuando la planta empieza
a nacer del germen.
Los cereales no refinados poseen mayor número de
nutrientes (vitaminas y minerales) y proporcionan una de las mayores fuentes de
fibra que tenemos, esta es la razón por la cual son tan saludables, ya que la
fibra ayuda a ralentizar la digestión y previene los aumentos peligrosos de los
niveles de azúcar en sangre.
“Los cereales integrales, al tener tanta
fibra, ralentizan y disminuyen la absorción tanto de colesterol como del azúcar.
De esta forma, contribuyen a disminuir el riesgo de diabetes en la edad adulta y
también ayudan a disminuir los niveles de colesterol total”, explica la
especialista.
La FEC recomienda seguir las indicaciones de las guías de
dietética y nutrición y consumir diariamente al menos cuatro raciones (200 gr.)
de cereales al día y que al menos una ración (50gr.) sea de cereales integrales,
“lo que viene a ser una rebanada de pan de molde, media barrita de pan u ocho
galletas; eso sí, integrales”, concluye la experta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario