miércoles, 2 de abril de 2014

Comer siete porciones de frutas y verduras retrasa la mortalidad.

Un estudio relaciona la ingesta de al menos siete piezas diarias de estos alimentos con un 42% menos de riesgo de muerte por cualquier causa y con un 25% y 31% menos por cáncer y enfermedades del corazón o derrame cerebral, respectivamente.


   Comer por lo menos siete porciones diarias de frutas y verduras puede retrasar la muerte por cualquier causa, según indica una investigación publicada en Journal of Epidemiology and Community Health

   Los autores de este estudio analizaron los datos relativos al estilo de vida de más de 65.000 adultos seleccionados al azar de por lo menos 35 años derivados de las encuestas de salud nacionales realizadas en Inglaterra entre 2001 y 2008. Además, se realizó un seguimiento de las muertes de los individuos incluidos en la muestra durante un promedio de 7,5 años.

   Según los resultados, comer por lo menos siete porciones diarias se halla relacionado con una reducción del 42% de riesgo de muerte por cualquier causa y del 25% y el 31% menos por cáncer y enfermedades del corazón/derrame cerebral, respectivamente, después de excluir las muertes en el primer año del periodo de seguimiento.

   Asimismo, ingerir entre dos y tres porciones diarias de verdura se halla relacionado con una disminución del 19% del riesgo de muerte, frente al 10% que brinda la fruta. 

   No obstante, y mientras que la fruta fresca parecía frenar el riesgo de muerte, la fruta congelada/enlatada lo aumentaba en un 17%, lo que médicos de salud pública de la Universidad de Liverpool, en Reino Unido, tildan de "intrigante" en el editorial que acompaña los resultados del estudio.

   Sea como sea, estos expetos sugieren que tal vez los azúcares añadidos en los productos de frutas procesadas expliquen este dato, y concluyen que debe revisarse la tendencia actual a incluir en la dieta frutos secos o fruta enlatada, batidos y zumos de frutas como formas de llegar al consumo de cinco porciones al día.



Journal of Epidemiology and Community Health (2014); doi:10.1136/jech-2013-203500

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