miércoles, 27 de noviembre de 2013

Presentado un nuevo test para medir el índice omega-3.


   Se trata de una prueba diagnóstica que mide la proporción de estos ácidos grasos en el organismo, que indican la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
   LABCO Quality Diagnostics acaba de presentar el 'Índice omega-3', una prueba diagnóstica en sangre que mide la presencia de estos ácidos grasos, imprescindibles para la prevención de enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Tal como asegura la Dra. Marta Carrera, responsable de Medicina Preventiva Personalizada de LABCO España, “tener una herramienta diagnóstica como esta nos permite detectar a tiempo la deficiencia en omega-3 y corregir la desviación con un plan dietético adecuado, cuyos resultados podrán irse midiendo con análisis periódicos hasta conseguir los índices de omega-3 óptimos”.
   Los ácidos grasos son componentes estructurales de nuestras células y de nuestro organismo. Hay algunos, como los omega-3, que son saludables y necesarios para el organismo porque intervienen en el correcto funcionamiento del cuerpo y evitan el desarrollo de enfermedades crónicas. Sin embargo, explica la Dra. Carrera, en las últimas décadas se ha ido produciendo un cambio en los hábitos alimentarios que ha provocado un aumento del aporte de hidratos de carbono simples y de grasas saturadas y trans, así como una reducción en el consumo de fibra y grasas saludables, como las omega-3. Este cambio alimenticio ha traído consigo ciertos problemas de salud, puesto que “la deficiencia en omega-3 significa un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, así como enfermedades degenerativas cerebrales y predisposición a la depresión, al trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o a la muerte súbita”, ha alertado la Dra. Carrera.
  • Índice entre 1 y 4: Riesgo muy aumentado de sufrir accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, de enfermedades degenerativas cerebrales y muy alta predisposición a la depresión, entre otras enfermedades.
  • Índice entre 5 y 7: Riesgo significativamente aumentado de sufrir accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, de enfermedades degenerativas cerebrales ee importante predisposición a la depresión, entre otras enfermedades.
  • Índice entre 7 y 8: Baja probabilidad de sufrir accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, de enfermedades degenerativas cerebrales y baja predisposición a la depresión, entre otras enfermedades.
  • Índice superior a 8: Excelente resultado. Muy baja probabilidad de sufrir accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares, de enfermedades degenerativas cerebrales y muy baja predisposición a la depresión, entre otras enfermedades.
   Los análisis rutinarios de control de otros factores de riesgo para enfermedades de este estilo, como el colesterol, están ampliamente extendidos. Con todo, pese a tener una relevancia equivalente en nuestra salud, el control de los niveles de omega-3 no se ha generalizado por desconocimiento y, también, por falta de herramientas de medida a disposición del gran público. En este sentido, el líder europeo en diagnóstico LABCO Quality Diagnostics ha apostado por incorporar esta prueba que permitirá prevenir los riesgos asociados a la deficiencia en ácidos grasos omega-3.

El test y la interpretación de los resultados

   El índice omega-3 consiste en un análisis de sangre que evalúa la presencia de dos de los principales ácidos grasos omega-3: el ácido eicosapentaenóico (EPA) y el ácido docosahexaenóico (DHA). Los ácidos grasos omega 3 se encuentran en alimentos como el pescado azul (salmón, arenque, sardina, anchoa, etc.), las nueces y las semillas de lino, de calabaza o de chía, por ejemplo.
   El índice calcula el porcentaje que estos dos ácidos grasos, EPA y DHA, constituyen sobre el total de ácidos grasos presentes en la membrana de los glóbulos rojos. Se considera que el valor aceptable está situado por encima del 7,5%, aunque los resultados del Índice omega-3 se clasifican en cuatro categorías:
Si nuestro resultado se encuentra entre el índice 1 y el 7, deberíamos comer más pescado azul, nueces, determinadas semillas vegetales (de lino, calabaza o chía) o suplementos de aceite de pescado para recuperar y mantener un nivel adecuado de omega-3 y evitar los riesgos asociados a un déficit de estos ácidos grasos.
   Una vez detectado el factor de riesgo es sencillo modificarlo, ya que si cambiamos nuestros hábitos alimentarios, e introducimos estos elementos, los niveles de omega-3 se normalizan de forma muy rápida y drástica. Por ejemplo, unos niveles óptimos de omega-3 suponen una reducción del riesgo de muerte súbita de hasta el 90%.
   El test está indicado para toda la población en general, aunque se recomienda en especial a la población de riesgo, es decir, aquellas personas que sufran enfermedades cardiovasculares; enfermedades crónicas como el asma, alteraciones metabólicas, de la inmunidad o inflamatorias; pacientes con bajo estado de ánimo o depresión; niños con sospecha de TDAH; y durante el embarazo, para asegurar el correcto aporte nutricional al feto.

Fundamentales en el embarazo y en el desarrollo cerebral

   Un nivel óptimo de ácidos grasos Omega-3 es muy relevante no solamente para la prevención de enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, pero también para la mejora de los síntomas de enfermedades inflamatorias, depresión y TDAH.
   Por otro lado, los ácidos grasos Omega-3 también son fundamentales en el desarrollo de la retina en el último trimestre del embarazo y en el desarrollo del feto, disminuyen el índice de depresión postparto, intervienen en la transmisión neuronal y el desarrollo cerebral y regulan la expresión de determinados genes.


martes, 26 de noviembre de 2013

Un estudio afirma que comer frutos secos reduce la mortalidad en un 20%.

Las personas que consumen al menos siete raciones semanales de estos alimentos presentan menos probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, cáncer y afecciones respiratorias, según una reciente investigación estadounidense.
 Consumir un puñado de frutos secos siete veces por semana puede reducir la mortalidad en una media del 20%, según señala un estudio llevado a cabo por investigadores de varias instituciones estadounidenses.


   El trabajo, publicado esta semana en The New England Journal of Medicine, asegura que el consumo de estos alimentos disminuye en un 29% el riego de morir por una enfermedad cardiovascular y un 11% por cáncer. Además de beneficiarse de este efecto, las personas con este hábito se mantienen más delgadas.

   Asimismo, demuestra que los beneficios no dependen del tipo de fruto seco. “Tanto el consumo de los de tierra como de los procedentes de árboles tienen efectos similares en la mortalidad”, indica Ying Bao, autor principal del estudio e investigador en el Hospital Birgham de Boston.

   El equipo, integrado también por investigadores del Instituto del Cáncer Dana-Faber y de la Universidad de Harvard, ha utilizado la información sobre la dieta, estilo de vida y estado de salud de 118.962 individuos sanos. “El estudio se ha hecho con gente que no tenía antecedentes de cáncer, enfermedades cardiovasculares o infarto cuando comenzó el ensayo”, señala Bao.

   El informe se elaboró a partir de datos de 76.464 mujeres de edades comprendidas entre los 34 y los 59 años, cuya participación duró 30 años (de 1980 a 2010), y 42.498 hombres, de entre 40 y 75 años, a los que se controló durante 24 años (de 1986 y 2010).

Test bianuales

   Los participantes tenían que rellenar un cuestionario sobre sus hábitos alimentarios cada dos años en el que se les preguntaba cuántos frutos secos consumían en raciones de unos 28 gramos, aproximadamente el contenido de una bolsa pequeña como las que venden las máquinas expendedoras de comida.

   Además, los expertos llevaron a cabo búsquedas en los certificados de mortandad de los distintos estados y en el Índice de Mortalidad Nacional. “Estos controles se complementaron con informes familiares y de las autoridades –recalca Bao–. Además, un médico supervisó los certificados y registros médicos para catalogar las causas de muerte según la Clasificación Internacional de Enfermedades”.

   Para descartar otros factores que pudieran haber influido en los resultados, los autores realizaron un análisis exhaustivo de los datos. Aunque encontraron que los individuos que comían más frutos secos estaban más delgados, fumaban menos, usaban suplementos vitamínicos, tomaban más frutas y verduras y bebían menos alcohol, consiguieron aislar la relación entre los frutos secos y la mortalidad de manera independiente.

   Los resultados han revelado que aquellos que tomaban frutos secos menos de una vez por semana experimentaron una reducción de la mortalidad del 7%, del 11% para los que lo hacían una vez, el 13% de dos a cuatro veces, de un 15% entre cinco y seis raciones por semana y una disminución del 20% en el caso de siete o más ingestas.

Resultados previos

   El Consejo Internacional para el Consumo de Frutos Secos, que ha financiado parcialmente este trabajo, es también el promotor de un estudio recientemente publicado en la revista British Journal of Cancer en el que se comprobaba, esta vez en 75.680 mujeres participantes, cómo el consumo de frutos secos disminuyó el riesgo de padecer cáncer pancreático.

   Además, otras investigaciones anteriores ya habían demostrado que un aumento en la ingesta de frutos secos está relacionado con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer de colon, cálculos biliares y diverticulitits.

   También se ha observado una reducción de los niveles de colesterol, estrés oxidativo, inflamación, adiposidad y resistencia a la insulina.



lunes, 25 de noviembre de 2013

Calabaza asada al horno.

   Con la primera calabaza recogida de la huerta hemos preparado este plato tradicional de invierno.

   Ingredientes:

  • Calabaza
  • Miel



   Precalentamos el horno a 200ºC por arriba y abajo. Partimos la calabaza por la mitad. La introducimos al horno. Depende del tamaño de la calabaza necesitará 1,5 ó 2 horas. En los últimos 10 ó 15 minutos la sacamos y le ponemos un poco de miel por encima. Para terminar la gratinamos ligeramente para que caramelice la miel. La receta es muy sencilla, pero queda deliciosa.
   También se puede hacer en la chimenea envuelta en papel de aluminio. En un lado para que se haga lentamente.



viernes, 22 de noviembre de 2013

Gachas dulces.

   Desayuno tradicional en muchos hogares del centro de la península con mi toque personal.

   Ingredientes:

  • Harina de trigo
  • Azúcar
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Margarina de maíz
  • Jengibre
  • Canela
  • Agua

   Ponemos en una sartén un poco de aceite de oliva y una cucharada de margarina. Cuando se funda la margarina se incorporan dos cucharadas soperas de harina. A fuego lento y sin parar de remover hasta que la harina se empiece a tostar. Se añaden dos cucharadas de azúcar y seguimos removiendo hasta que empiece a caramelizar. En este punto los aromas recuerdan a los mantecados de navidad (uuhhhmm).




   Un poco de canela y jengibre en polvo al gusto y agregamos agua poco a poco y sin parar de remover. Irá espesando como una bechamel, hasta que obtengamos la textura deseada. Cocer unos 20 minutos.
   Quedará un delicioso desayuno calentito.


jueves, 21 de noviembre de 2013

Arroz con carne de soja y salsa de tomate.

   Ingredientes:

  • Arroz redondo
  • Carne de soja grano fino
  • ajo
  • aceite de oliva virgen extra
  • tomates maduros
  • cebolla

   Hacemos una salsa de tomate casera con un sofrito de ajo y cebolla. Luego añadimos los tomates maduros sin piel y cocemos hasta que reduzca  la salsa, con un poco de sal y azúcar. Al final podemos triturar la salsa para que no se note la cebolla.
   Paralelamente cocemos el arroz con la carne de soja, ajo y aceite.
   Servimos todo junto.



miércoles, 20 de noviembre de 2013

Tofu marinado a la plancha.

   Ingredientes:

  • Tofu firme en bloque
  • Salsa de soja
  • Jengibre fresco, 1x1 cm
  • aceite de oliva virgen extra
  • Guarnición: arroz, espinacas, ajo

   Cortamos el tofu en lonchas de 1,5 cm aproximadamente. Las ponemos en un recipiente y cubrimos con salsa de soja y agua al 50%. El jengibre fresco lo picamos y añadimos al tofu. Dejar marinar al menos 2 horas. Después se pasa por la plancha a fuego medio hasta que quede dorado.
   Se sirve acompañado de arroz blanco cocido con ajo y espinacas.



martes, 19 de noviembre de 2013

Ensalada roja.

   Ingredientes:

  • Granada
  • Tomate kumato
  • sal gorda
  • aceite de oliva virgen extra
  • vinagre de vino tinto

   Desgranamos la granada y la ponemos en el fondo del plato. Ya sabéis, la partimos en 4 y la golpeamos con una cuchara grande sobre los dedos abiertos. Encima colocamos los tomates cortados en gajos y aliñamos. He elegido el tomate kumato porque está dulce pero mantiene un puntito ácido y la textura es muy buena. La sal la ponemos sólo sobre el tomate. Servimos con cariño.
   Tiene un contraste bastante equilibrado con el dulce-salado-ácido.