martes, 24 de junio de 2014

El 60% del calcio que se consume se elimina de forma natural, sin que llegue a incorporarse a la masa ósea.

El organismo sólo absorbe el 32% del calcio que contiene la leche, el 21% de las almendras, el 17% de las legumbres y el 5% de las espinacas.


   El 60% del calcio que se consume se elimina de forma natural, sin que llegue a incorporarse a la masa ósea, según ha informado la directora del Departamento de Investigación Clínica del Instituto Palacios, Nancy Salas.

   La experta se ha pronunciado en estos términos durante la mesa 'El papel de la dieta en la salud ósea. Ingesta de calcio durante la menopausia: recomendación vs. realidad', organizada por la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) y el Instituto Puleva, en el marco del 13º Congreso Nacional de la AEEM.

   El organismo sólo absorbe el 32% del calcio que contiene la leche, el 21% de las almendras, el 17% de las legumbres y el 5% de las espinacas. De hecho, según han señalado los expertos, 8 de cada 10 mujeres en edad adulta no toman las cantidades de calcio necesarias para asegurar la buena salud de sus huesos.

   "El colectivo con los mayores índices de prevalencia de enfermedades óseas sigue siendo el de las mujeres, que supone un 66 por ciento por ciento de los pacientes tratados por este tipo de afecciones", ha indicado el responsable de la Unidad de Nutrición Comunitaria en FISABIO y coordinador del II Plan de Prevención y Control de Osteoporosis de la Comunidad Valenciana, Joan Quiles.

   Asimismo, diferentes estudios científicos llevados a cabo en España muestran que la población, desde los menores hasta los adultos, no consume las cantidades de calcio recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, en el caso de los recién nacidos, la organización cifra en 400 miligramos al día las necesidades de calcio que deben cubrir. Una aportación que varía según la edad y que llega hasta los 1.300 miligramos al día a partir de los 60 años para evitar pérdidas.

   En el caso de España, el 76% de los niños de entre siete y 11 años no cumple con estas recomendaciones y, a pesar de que a partir de los nueve años el consumo de lácteos debería ser de tres raciones al día, la ingesta es menor, lo que afecta directamente en el calcio que reciben a través de su dieta.



Complementar la ingesta de calcio con vitamina D y K

   Por ello, y con el fin de facilitar que el calcio se fije al hueso, Salas ha recomendado complementar la ingesta de estos alimentos con otros nutrientes como la vitamina D, que facilita su absorción desde el sistema digestivo a la sangre, y de vitamina K, que logra su fijación en los huesos.

   Ahora bien, un estudio científico llevado a cabo en 2013 por nutricionistas de varias universidades madrileñas muestra que casi el 50 por ciento de los españoles no consume la suficiente cantidad de frutas y verduras, principal fuente de esta vitamina.

   Sin embargo, las carencias son aún mayores en el caso de la vitamina D, ya que según la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), el 85% de la población no cumple con las recomendaciones sobre este nutriente primordial para tener sanos el corazón y los huesos.




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