El consumo de entre una y dos raciones de pescado semanales
hace que sean menos propensas a desarrollar esta enfermedad, tal como evidencia
un estudio del Instituto Karolinska.
La ingesta de ácidos grasos omega 3 por parte de las mujeres podría estar
vinculada a la disminución del riesgo de artritis reumatoide, tal y como ha
evidenciado una investigación llevada a cabo por el Instituto Karolinska de
Estocolmo (Suecia).
Este trabajo, que ha sido publicado en la edición
digital de la revista Annals of the Rheumatic Diseases, expone que las
mujeres que mantienen una dieta rica en estos ácidos esenciales son "menos
propensas a desarrollar esta enfermedad".
La explicación a ello podría
ser el hecho de que éstos "son utilizados por el cuerpo para hacer moléculas que
ayuden a regular la inflamación", las denominadas eicosanoides, indican los
expertos que, para llegar a esta conclusión, se han valido de datos de
diferentes encuestas realizadas a mujeres suecas.
Con ello, y con un
consumo a largo plazo de los ácidos grasos omega 3, se ha constatado que la
ingesta de más de una ración de pescado a la semana repercute "en un riesgo de
artritis reumatoide en mujeres un 29 por ciento menor".
Así lo explica la
autora principal del estudio y miembro de este centro de investigación sueco,
Daniela Di Giuseppe, que añade que éste es "primero en atribuir el efecto
protector del pescado contra esta patología
autoinmune".
Inflamación de las
articulaciones
Respecto a la enfermedad, señala que ésta causa
"inflamación de las articulaciones, deformidades y discapacidad". Además, los
pacientes de la misma "tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades
coronarias, algunas infecciones, ansiedad, depresión y cáncer sanguíneo como la
leucemia", lamenta.
Su incidencia, que comienza a notarse a partir de los
60 años, es "entre dos y tres veces más elevada en mujeres que en hombres",
sostiene Di Giuseppe al tiempo que indica que ésta puede aumentar si el consumo
de ácidos grasos omega 3 es demasiado alto.
Ante ello, el miembro de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), el doctor
Simon Helfgott, que no participó en la investigación, sostiene que la genética y
el estilo de vida "pueden jugar un papel importante en el desarrollo de artritis
reumatoide".
Por esta razón, y con el objetivo de prevenir la aparición
de esta patología, el especialista apuesta por "no fumar, llevar una dieta
adecuada y mantener una buena higiene bucal para evitar enfermedades de las
encías".
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