La prevalencia actual de esta enfermedad en la población
entre 25 y 64 años es de 19,8%, según el 'Estudio de evaluación de los hábitos
alimentarios y estado nutricional de la población española'.
La tasa de obesidad en España ha aumentado un 9% en niños y jóvenes y un 4%
en adultos en los últimos 15 años, según el 'Estudio de Evaluación de los
Hábitos Alimentarios y Estado Nutricional de la Población Española' (ENPE),
impulsado por la Escuela de Alimentación de la Fundación EROSKI.
El V
Encuentro de Salud, organizado por la Escuela de Alimentación de la Fundación
EROSKI, que se celebra este jueves en Bilbao, ha acogido la presentación de los
resultados finales del 'Estudio sobre Hábitos Alimentarios y Estado Nutricional
de la Población Española' (ENPE) ante más de 150 profesionales de la Nutrición y
Medicina.
El doctor Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de
la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y director científico de
este estudio, junto a la doctora Cármen Pérez, coordinadora técnica del estudio
nutricional, acompañados del director de la Fundación Eroski, Alejandro Martínez
Berriochoa, han sido los encargados de presentar esta investigación cuyo
objetivo es conocer y evaluar los hábitos alimentarios y estado nutricional de
la población española.
La principal conclusión de este estudio, que tiene
como base 6.800 encuestas realizadas a hombres y mujeres a partir de los tres
años de edad y hasta más de 65 años entre mayo de 2014 y mayo de 2015 en todas
las comunidades autónomas, es el incremento en la prevalencia de la obesidad en
España.
Los valores más elevados se encuentran en la población infantil y
juvenil y se describen en los intervalos de edad de 6 a 9 años y de 18 a 24
años, con un aumento del 9% de la tasa de obesidad desde 2000 hasta el 22,8%. La
prevalencia actual de obesidad en la población adulta (edad entre 25 y 64 años)
es de 19,8%, cuatro puntos superior a los datos de 2003. En cuanto a la
población mayor de 65 años la cifra de prevalencia de obesidad es ligeramente
superior a datos precedentes y se sitúa en el 36,4%.
En población
infantil, juvenil y adulta la prevalencia de la obesidad es superior en hombres
que en mujeres hasta los 65 años, a partir de dicha edad se invierte la
tendencia. Además, el 4,7% de la población tiene obesidad mórbida (7,2% mujeres
y 4,3% hombres), "la que tiene más riesgo para la salud", y un 2,4% de mujeres
tienen bajo peso (un índice de masa corporal por debajo de 18,5), por lo que
pueden ser susceptibles de sufrir trastorno alimentario.
Aranceta ha
señalado que "uno de los elementos más importantes en relación al riesgo
cardiovascular, la principal causa de mortalidad, es el perímetro abdominal", y
el estudio señala que "en riesgo muy aumentado" se encuentra un 24,1% de hombres
y 39,5% de las mujeres en edad adulta.
Baleares, País Vasco y Cantabria, comunidades con menor
prevalencia
El análisis de la distribución geográfica de la
obesidad revela tasas más elevadas en Asturias, Aragón y Andalucía, por este
orden. Por el contrario, las comunidades autónomas con menor prevalencia de
obesidad son Baleares, País Vasco y Cantabria, con entre 8 y 10 puntos por
debajo de la media.
Los principales factores determinantes del aumento de
peso en el caso de la población infantil se asocian con mayor intensidad a las
clases sociales "modestas" y grupos de población sedentaria que manifiestan bajo
consumo en frutas, verduras y hortalizas.
Según reflejan los resultados
de las encuestas, la mayoría de la población realiza tres comidas principales:
desayuno, comida y cena todos los días. Sin embargo, un 44% de la población
encuestada nunca realiza la comida de media mañana y casi un 39% no merienda "a
pesar de que los principales expertos en Nutrición recomiendan la ingesta de
cinco comidas", ha recordado Aranceta. Además, un 1,2% jamás
desayuna.
Aranceta ha recordado que "la duración de las comidas, la
compañía y las actividades que se realizan mientras se come también influyen en
los hábitos alimentarios" y ha revelado, en cuanto a la duración de las comidas,
que más del 44% de las personas suele tardar menos de 10 minutos en desayunar,
tiempo que se alarga ligeramente en fin de semana.
En las comidas
principales suele emplearse más tiempo, si bien más de un 20% tarda menos de 20
minutos, "tiempo escaso para estas comidas del día" ha puntualizado. Asimismo,
más de 40% realizan el desayuno solos, durante el fin de semana suele haber
mayor hábito de desayuno en familia.
Además, los datos del estudio ENPE
revelan que las frecuencias de consumo de pescado recomendadas son bien
conocidas entre la población (más del 84%), a diferencia de las recomendaciones
diarias de fruta y verdura (ambas 25%) o el aporte de la ración principal del
día (28,5%).
Estos resultados, en opinión del Aranceta, "suponen un
reflejo de la necesidad de insistir en la comunicación de las recomendaciones de
frecuencia de consumo de los diferentes alimentos a toda la población, para
reforzar sus conocimientos sobre la adecuada distribución de los alimentos en
una dieta variada y equilibrada".
Preferencias y aversiones
Los alimentos más
habituales en el desayuno son la leche, el café y el pan, más del 50% de la
población los incluye en su dieta. A media mañana la fruta, el bocadillo y el
agua son los más usuales. En la merienda, los alimentos más frecuentes son la
fruta, la leche, el bocadillo y el café.
En cuanto a las preferencias y
aversiones alimentarias de la población, tanto para las mujeres como para los
hombres, las judías verdes son la verdura preferida, en contraposición con las
borrajas y las berzas que son por las que menos optan. Un patrón de gustos que
se repite también por franjas de edad.
Entre las hortalizas el tomate es
la preferida para hombres y la lechuga para las mujeres. En el extremo opuesto,
la rúcula y los rabanitos son los menos preferidos por hombres y mujeres,
respectivamente. El tomate es también la hortaliza preferida para la población
infantil de entre 3-8 años, para el resto de grupos de población por edad la
hortaliza estrella es la lechuga.
En el grupo de frutas, tanto por sexos
como por grupos de población según edad, la manzana es la elegida en primer
lugar frente al albaricoque, la que menos se prefiere. Igual ocurre en la
familia de las legumbres, en la que las lentejas son las preferidas de la
población frente a la soja en último lugar de preferencias.
La ternera y
el pollo son las carnes que más gustan a hombres y mujeres, respectivamente. El
cabrito se encuentra en el extremo opuesto. Según grupos de población por edad,
el alimento estrella de esta familia es el pollo. La merluza es el pescado
favorito para todos los segmentos de población, tanto por sexo como por edades.
Entre los menos preferidos, el verdel y el chicharro.
De los lácteos el
queso es el alimento estrella entre la población adulta, mientras que en la
población infantil y juvenil dicho puesto lo ocupa la leche entera. En el grupo
de los cereales el arroz blanco es el favorito para toda la población. En el
lado de los menos preferidos aparecen el arroz integral en la población hasta
los 18 años, y el pan de molde entre los adultos a partir de 19 años.
El
agua es la bebida sin alcohol que más gusta, mientras que la población hasta los
64 años de edad prefiere el agua embotellada, el grupo a partir de 65 años opta
por el agua del grifo. La cerveza y el vino son las bebidas alcohólicas
estrella, siendo preferida la primera por los hombres y la segunda por las
mujeres.
Ante los datos recogidos, el doctor Aranceta ha valorado que "la
conclusión que se puede extraer de estos resultados es que hoy más que nunca son
necesarias acciones que permitan la implementación de programas de educación
nutricional prioritariamente en el ámbito escolar, laboral y comunitario a
partir de iniciativas que favorezcan el empoderamiento individual para el
conjunto de la población".