viernes, 19 de diciembre de 2014

Sanidad lanza una campaña en redes sociales para la prevención de la obesidad en adolescentes.

   El objetivo es informar acerca de la importancia de adquirir hábitos saludables, tales como seguir una alimentación saludable, variada y equilibrada y practicar actividad física de forma habitual.

   La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, ha lanzado la campaña 'Movimiento actívate', cuyo objetivo es la prevención de la obesidad en adolescentes de 13 a 17 años, y que tendrá difusión en diversas redes sociales.

   Concretamente, la campaña se divulgará en Facebook y Tuenti, y tendrá cuenta en Youtube y Twitter, aunque también abarcará otros sites y contará con una web (www.movimientoactivate.es) que recogerá las iniciativas en marcha, que van desde un concurso 'on line' a áreas formativas e informativas (consejos, recetas, enlaces a ofertas de ocio activo, etc).

   Según el AECOSAN, se trata de informar acerca de la importancia de adquirir hábitos saludables, tales como seguir una alimentación saludable, variada y equilibrada, y practicar actividad física de forma habitual, "reduciendo así los comportamientos sedentarios en las actividades diarias y de ocio, todo ello para prevenir la obesidad".

   Entre las secciones de la página web se encuentra 'Come sano', que instruye acerca de la importancia de la alimentación variada y equilibrada; 'Muevete', sobre la práctica de actividad física para mejorar la salud a lo largo de la vida; 'Encuentra tu Plan', con enlaces a centros y asociaciones que desarrollan actividades para los adolescentes; e 'Infórmate', con enlaces con información técnica o científica adicional sobre alimentación y actividad física y prevención de la obesidad, de interés para los adolescentes, padres o profesores.



miércoles, 17 de diciembre de 2014

Recomiendan el uso de la levadura roja de arroz para controlar el colesterol.

Un estudio documenta una reducción media del 19% para el colesterol total, del 23% para el colesterol LDL y del 17% para los triglicéridos.

   La levadura roja de arroz, los bulbos de ajo, la granada o la soja ayudan a reducir el riesgo cardiovascular, tal y como han mostrado los resultados de un estudio presentado en el IX Congreso Internacional de Fitoterapia Ciudad de Oviedo, organizado por la Sociedad Española de Fitoterapia. La conclusión se añade al dato, proporcionado por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (Infito), que también ha participado en las jornadas, de que 8 de cada 10 españoles prefieren los preparados farmacéuticos de origen natural para prevenir trastornos cardiovasculares a los medicamentos de origen sintético.
   De hecho, uno de los preparados que recientemente ha sido autorizado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) para controlar el colesterol es la levadura roja de arroz. "Es un producto que se obtiene a partir de una levadura que crece sobre este cereal y cuyos principios activos, la monacolina, la monascina y la ankaflavina, inhiben la síntesis hepática del colesterol", señala la profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid, Emilia Carretero.
   En concreto, se ha documentado una reducción media del 19% para el colesterol total, del 23% para el colesterol LDL y del 17% para los triglicéridos. Asimismo, el libro 'Plantas Medicinales y complementos de la dieta para la salud cardiovascular', editado por INFITO, en colaboración con la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) y la Fundación Hipercolesterolemia Familiar, ha desvelado también que estos productos incrementan en un 11% el colesterol HDL.
   Del mismo modo, un estudio publicado este mes en la revista Experimental and Therapeutic Medicine ha desvelado que la levadura roja de arroz reduce los niveles plasmáticos de colesterol y los triglicéridos.
   En lo que concierne a los bulbos de ajo, Carretero explica que "interfieren en la síntesis de los triglicéridos y en la del colesterol, lo que les otorga un papel importante en la prevención y el tratamiento de la enfermedad cardiovascular". "Además, las semillas de soja tienen diferentes componentes que han constatado su utilidad para estimular la formación de bilis y la secreción biliar del colesterol e impedir la elevación de los niveles de colesterol total, LDL, triglicéridos y ácidos grasos libres", apostilla.
Actividad antioxidante del granado
   Otro producto natural de dispensación farmacéutica que ha demostrado su eficacia en la prevención y tratamiento de enfermedades cardiovasculares es el granado. "Su fruto, la granada, destaca por su actuación sobre distintos factores de riesgo, principalmente por su capacidad para disminuir las consecuencias de la oxidación del LDLc como es la ateroesclerosis", ilustra la profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta de Infito, Teresa Ortega.

   No en vano, una investigación publicada este mes en la revista Plant Foods for Human Nutrition describe cómo el zumo de la granada en combinación con la uva es capaz de disminuir la oxidación de lípidos en plasma."Estos productos de origen natural deben ser adquiridos en las farmacias en forma de preparados farmacéuticos, ya que es en estos establecimientos sanitarios donde nos aseguran las dosis e indicaciones correctas y adecuadas a cada caso. Por otro lado, nos ofrecen el consejo del profesional sanitario mejor formado en plantas medicinales, el farmacéutico", ha zanjado la experta.




viernes, 12 de diciembre de 2014

Un nivel alto de vitamina C reduce en un 9% el riesgo insuficiencia cardíaca.

Un estudio muestra que el incremento de 20 μmol/L de vitamina C en el plasma (lo que correspondería a una porción adicional diaria del consumo de fruta o verdura) supone una menor prevalencia de factores de riesgo cardiovascular.


   Investigadores británicos y alemanes han descubierto que aquellas personas que poseen un nivel más elevado de vitamina C en el plasma presentan menos factores de riesgo cardiovascular y además tienen menos probabilidad de sufrir insuficiencia cardíaca. De hecho, una dieta rica en frutas y verduras se asocia a una reducción de la presión arterial, la inflamación sistemática y el estrés oxidativo.

   Para llevar a cabo el estudio, los científicos midieron la concentración de vitamina C en el plasma y registraron la prevalencia de insuficiencia cardíaca de un total de 9.187 hombres y 11.112 mujeres entre los 39 y los 79 años de edad residentes en el Reino Unido. Tras el análisis de los datos, observaron que el incremento de 20 μmol/L de vitamina C en el plasma (lo que correspondería a una porción adicional de fruta o verdura) se asociaba a una reducción del 9% del riesgo de sufrir insuficiencia cardiaca.

   Tal como explica el presidente de la FEC, el Dr. Leandro Plaza, “este estudio abre una nueva vía de actuación para la prevención de la insuficiencia cardiaca ya que relaciona directamente la disminución de prevalencia de insuficiencia cardiaca con el aumento de los niveles de vitamina C en la sangre”. Aun así, coincide con los investigadores en que “es necesario realizar otros estudios prospectivos para corroborar los beneficios de la vitamina C”.

   Cabe destacar que el ser humano solo puede obtener vitamina C de manera exógena, es decir, no puede producirla de manera interna. Así, el consumo de frutas y verduras es la principal fuente de vitamina C, aportando, especialmente en las dietas occidentales, el 90% de la vitamina C que encontramos en el organismo. Es por ello que los investigadores del estudio concluyen que la concentración de esta sustancia en el plasma es un buen biomarcador para evaluar el consumo de fruta y verdura.

   Según el Dr. Plaza, “este biomarcador es perfecto para poder afirmar que el consumo de frutas y verduras también es beneficioso para el conjunto de pacientes con insuficiencia cardiaca en concreto, algo que hasta la fecha podía intuirse pero no se había demostrado de una manera científica”.

Alimentos ricos en vitamina C

   Aunque siempre se ha considerado a los cítricos, destacando la naranja, como una fuente rica en vitamina C y es cierto, también existen otros vegetales o frutos ricos en esta vitamina y que, además, pueden aportar dosis más elevadas. 

   La FEC recuerda que es recomendable ingerir 60 mg de vitamina C al día en el caso de los adultos y ente 20 y 60 mg en el caso de los niños. Podemos encontrar vitamina C en gran cantidad de frutas como fresas, grosellas, frambuesas, moras, arándanos, cítricos (naranja, limón, pomelo), kiwi, papaya o tomate. También está presente en verduras y hortalizas como pimiento, col, col de Bruselas, nabo, rábano, brécol, patatas o perejil crudo.



American Heart Journal (2014); doi: 10.1016/j.ahj.2011.05.007

martes, 9 de diciembre de 2014

La vitamina C reduce la obstrucción de las vías respiratorias tras la práctica de actividad física.

Según un metanálisis, reduce a la mitad el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF-1).

Investigadores de la Universidad de Helsinki, Finlandia, aseguran que la vitamina C puede ser de ayuda para las personas cuyas vías respiratorias quedan obstruidas cuando realizan alguna actividad física, según los resultados de un estudio publicado en Allergy, Asthma & Clinical Immunology.

   Dado que la actividad física aumenta el estrés oxidativo, pensaron que un antioxidante como la vitamina C podría tener efectos beneficiosos para las personas que practican ejercicio, ya que además está implicada en el metabolismo de la histamina, prostaglandinas y los cisteinil leucotrienos, mediadores en la broncoconstricción inducida por el ejercicio.

   El análisis incluyó un meta-análisis de 3 estudios en los que vieron que la vitamina C reduce a la mitad el volumen espiratorio forzado en el primer segundo (VEF-1), y otros 5 trabajos que revelaron que esta vitamina puede reducir a la mitad la incidencia y duración de estos problemas respiratorios.

   El estudio fue completado con otra investigación con 12 participantes con asma, de 26 años de media, cuyas vías respiratorias quedaban obstruidas tras hacer deporte, y los resultados confirmaron los beneficios de la vitamina C.

   "Dada la seguridad y el bajo coste de la vitamina C, y la consistencia de los resultados positivos en los nueve ensayos aleatorios sobre la vitamina C contra la broncoconstricción inducida por el ejercicio y los síntomas respiratorios, parece razonable que las personas físicamente activas prueben si les puede aportar algún beneficio", ha destacado Harri Hemila, autor de la investigación.



Allergy, Asthma & Clinical Immunology (2014); doi:10.1186/1710-1492-10-58

martes, 2 de diciembre de 2014

La capacidad antioxidante de los zumos de naranja es diez veces superior a lo que se creía.

Una técnica desarrollada por investigadores de la Universidad de Granada para medir esta propiedad arroja unos valores muy superiores a los que indican los métodos de análisis actuales.


   Los zumos de naranja y otros cítricos se consideran productos saludables por su alto contenido en compuestos antioxidantes, que ayudan a reducir los dañinos radicales libres en nuestro organismo, pero una nueva investigación señala que sus beneficios son mayores de lo que se pensaba.

   Para estudiar estos compuestos en el laboratorio, se emplean técnicas que simulan la digestión de los alimentos en el aparato digestivo, de tal forma que se analiza solo la capacidad antioxidante de aquellas sustancias que potencialmente se absorben en el intestino delgado: la fracción líquida de lo que comemos.

   “El problema es que no se mide la actividad antioxidante de la fracción sólida –la fibra–, porque se supone que no se aprovecha; pero esta parte insoluble llega al intestino grueso y la microbiota intestinal también puede fermentarla y extraer aún más sustancias antioxidantes, que podemos valorar con un nuevo método”, explica a Sinc José Ángel Rufián Henares, profesor de la Universidad de Granada.

   Su equipo ha desarrollado una técnica denominada ‘respuesta antioxidante global’ (GAR, por sus siglas en inglés), que también simula in vitro la digestión gastrointestinal que ocurre en nuestro organismo, pero teniendo en cuenta la capacidad antioxidante ‘olvidada’ de la fracción sólida.

   El método, cuyos detalles se publican en la revista Food Chemistry, incluye valoraciones de diversos parámetros físico-químicos, como el color, la fluorescencia o la relación de las concentraciones analizadas con la de compuestos indicadores como el furfural.



   Al aplicar la técnica a zumos comerciales y naturales de naranjas, mandarinas, limones y pomelos, se ha comprobado que sus valores se disparaban. Por ejemplo, en el caso del de naranja, se pasa de los 2,3 milimoles Trolox/litro (unidades de la capacidad antioxidante trolox) registrados con una técnica tradicional a los 23 mmol Trolox/L que indica el nuevo método GAR.

   “La actividad antioxidante es, en promedio, unas diez veces mayor de lo que todo el mundo decía hasta ahora, y no solo en los zumos, sino en cualquier otro alimento que se analice con esta metodología”, destaca Rufián Henares, que apunta su posible aplicación: “Esta técnica y los resultados derivados podrían servir a dietistas y autoridades sanitarias para establecer mejor los valores de la capacidad antioxidante de los alimentos”.

   Con la ayuda de este método, los científicos también han creado un modelo matemático para clasificar los zumos dependiendo de sus condiciones naturales y de almacenamiento, lo que permite asegurar que las materias primas y los procesos de esterilización y pasteurización son los correctos.





jueves, 20 de noviembre de 2014

Los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías, una opción segura como apoyo en el manejo de la obesidad y la diabetes.

Varios estudios muestran que este tipo de sustancias, además de favorecer el control del peso, no sobreestimula los receptores del gusto ni provoca sensación de hambre.


   La evidencia científica ha mostrado que los edulcorantes bajos en calorías son una opción dietética adecuada como apoyo en el manejo de enfermedades como la obesidad o la diabetes mellitus. El dato se ha puesto de manifiesto durante el simposio 'Efectividad y seguridad de los edulcorantes bajos o sin calorías', organizado por la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) y la Asociación Internacional de Edulcorantes (ISA), y que ha tenido lugar en el marco el III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública que se celebra en Las Palmas de Gran Canaria.

   Según explicó en su ponencia el Prof. Dr. Adam Drewnowski, del Centro para la Nutrición y la Salud Pública de la Universidad de Washington, en Seattle, “la incorporación a las dietas de edulcorantes bajos o sin calorías ayudan en el control del peso. Además, varios estudios de laboratorio han mostrado de manera consistente que este tipo de edulcorantes no sobre-estimulan los receptores del gusto, no provocan hambre y no causan que se coma en exceso posteriormente”.

   “Aunque no se ha conseguido demostrar la causalidad, el análisis de datos de estudios observacionales e intervenciones clínicas a gran escala hechas en Estados Unidos, ha permitido identificar algunas tendencias socioeconómicas ligadas al consumo de bebidas con edulcorantes bajos o sin calorías”, apuntó el Dr. Drewnowski.

   De manera general, y según las conclusiones de estos estudios observacionales, el perfil de personas que consume alimentos y bebidas que contienen edulcorantes bajos o sin calorías suele tener alta formación académica. Además, el Dr. Drewnowski indica que, “es común que tengan un estilo de vida saludable, con hábitos alimentarios y de actividad física adecuados”.

   Tal y como señala el Prof. Dr. Arturo Anadón, perteneciente al departamento de Toxicología y Farmacología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense, “a día de hoy todos estos edulcorantes bajos o sin calorías son evaluados y aprobados por la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA). Los compuestos que los conforman se encuentran de forma natural en otro tipo de alimentos como vegetales y frutas, y se ha demostrado que su uso dentro de las cantidades diarias recomendadas no supone ningún riesgo para el desarrollo de enfermedades”.

Evidencia científica demostrada sobre seguridad

   Por otro lado, además de contribuir a la reducción y mantenimiento de un peso adecuado, así como de servir de apoyo en el manejo de algunas patologías como la diabetes mellitus, son varios los estudios que muestran que no existe ninguna asociación entre el consumo de edulcorantes bajos o sin calorías y el incremento del riesgo de padecer dolencias no transmisibles como el cáncer.

   Tal y como subraya en su conferencia el Prof. Dr. Carlo la Vecchia, del Departamento de Epidemiología en el Instituto de Investigación Farmacológica ‘Mario Negri’, en Milán, “varios estudios llevados a cabo en Italia durante los últimos años, en los que se han comparado pacientes con diferentes tipos de cáncer con pacientes sanos, han mostrado que existe evidencia epidemiológica suficiente para refutar cualquier asociación entre el consumo de sacarina, aspartamo u otros edulcorantes y el riesgo de sufrir las neoplasias más comunes”.




miércoles, 19 de noviembre de 2014

Un estudio relaciona los niveles de contaminantes que una persona acumula con su grado de obesidad.

Investigadores de la Universidad de Granada demuestran que los sujetos con más contaminantes orgánicos persistentes (COPs) en su organismo tienen también mayores niveles de colesterol y triglicéridos.

   Un equipo de científicos españoles, entre los que se encuentran investigadores de la Universidad de Granada, ha corroborado que existe una relación entre los niveles de ciertos contaminantes ambientales que una persona acumula en su organismo y su grado de obesidad, y que los sujetos con más contaminantes presentan mayores niveles de colesterol y triglicéridos, importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.


   El estudio, publicado en la Environmental Pollution, ha evaluado los niveles de contaminantes acumulados en tejido adiposo (grasa) en cerca de 300 hombres y mujeres, intervenidos en los servicios de cirugía de dos hospitales de la provincia de Granada. Las sustancias analizadas, conocidas como contaminantes orgánicos persistentes (COP), tienen la particularidad de que pueden permanecer en el medioambiente durante años e incluso décadas sin degradarse.

   “Los seres humanos estamos expuestos a COP principalmente a través de la dieta. Además, los COP se acumulan progresivamente en la grasa corporal, por lo que los niveles medidos en nuestro trabajo nos dan una idea de la exposición acumulada de una persona a lo largo de varios años”, explica Juan Pedro Arrebola, autor principal del artículo.

   Utilizando modelos estadísticos complejos, los científicos comprobaron que los niveles acumulados de varios COP se asociaban con la obesidad y con los niveles séricos de colesterol y triglicéridos de las personas, independientemente del sexo, edad, lugar de residencia o hábito tabáquico de los participantes.

   “En general, encontramos que, las personas con mayores niveles de COP eran cuantitativamente más obesas, y además presentaban mayores niveles de colesterol y triglicéridos, todos ellos considerados como importantes factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, aunque estas relaciones eran complejas y no mostraban siempre patrones lineales”, afirma Arrebola.

Los COP estudiados: DDE, DDT, PCB

   Entre los COP estudiados se encuentra el DDE, principal metabolito del pesticida DDT, ampliamente utilizado en todo el mundo hasta los años 80, y actualmente empleado por algunos países para combatir el paludismo/malaria. Asimismo, se estudió el insecticida lindano, muy usado en el pasado en cultivos y en algunos medicamentos para el tratamiento de los piojos y la sarna.

   El estudio también incluyó un grupo de bifenilos policlorados o PCB, usados en numerosos equipos industriales, y que siguen presentes en transformadores eléctricos antiguos. Todos estos contaminantes se asociaron de alguna manera con los índices de obesidad y/o colesterol y triglicéridos.

   A pesar de que su uso está muy restringido en la actualidad, los COP representan un importante problema para la salud pública; de hecho, el 100% de los participantes en este estudio presentaron niveles detectables de uno o más de estos compuestos.

   “Esta universalidad de la exposición hace que su impacto sobre la salud humana sea muy importante. Asimismo, nuestros resultados sugieren que no existen niveles de exposición seguros para estos contaminantes que, además, pueden interactuar entre ellos para producir efectos sobre la salud”, apostilla el investigador.

   Otros trabajos anteriores han demostrado que la población general está expuesta a COPs principalmente a través de los alimentos con elevado contenido en grasa, incluyendo las carnes y pescados grasos y de gran tamaño, por lo que un creciente número de investigadores recomiendan moderar su consumo.

   Actualmente, el grupo de investigación del doctor Arrebola se encuentra realizando un seguimiento de la población de estudio a lo largo de varios años, para comprobar si las personas más expuestas han tenido un mayor riesgo de desarrollar ciertas patologías, como hipertensión, obesidad o enfermedad cardiovascular.

Contaminantes obesógenos

   Tradicionalmente se ha considerado que la obesidad es el resultado de una ingesta elevada de calorías en relación al gasto energético. “Creemos que los resultados no son sólo una consecuencia de una mayor ingesta de alimentos por parte de las personas obesas. Existen evidencias de que la exposición humana a ciertos 'obesógenos podría favorecer el crecimiento y proliferación de adipocitos (células de la grasa), y por lo tanto provocar un aumento de la grasa corporal. Además, se sospecha que ciertos contaminantes ambientales también podrían provocar alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos y, por tanto, contribuir al desarrollo de enfermedades cardiovasculares”, concluye Arrebola.




jueves, 30 de octubre de 2014

El 75% de los españoles toman menos calcio del recomendado.

Según la encuesta de ingesta dietética, en España, los lácteos proporcionan el 48% del calcio de la dieta, seguidos por los pescados, moluscos y crustáceos (12%), cereales y derivados (9%) huevos (7%) frutas y hortalizas (4-5%).


   Más del 75% de los españoles toma menos calcio del recomendado, según ha afirmado la catedrática del departamento de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, en el seminario 'Calcio y otros bioactivos de la leche en la salud' organizado por el Instituto Tomás Pascual Sanz.

   En este mismo seminario se han aportado evidencias científicas sobre los beneficios de la inclusión de la leche en la dieta diaria y sus propiedades para la salud, pues para la catedrática de Nutrición Bromatología de la Universidad de Valencia, Rosaura Farré Rovira, la leche y los productos lácteos son las mejores fuentes dietéticas de calcio por lo que el calcio es esencial para la salud ósea y otras funciones corporales.

   De hecho, en los datos de la encuesta nacional de ingesta dietética (ENIDE), en España, los lácteos y derivados proporcionan el 48% del calcio de la dieta, seguidos por los pescados, moluscos y crustáceos (12%), cereales y derivados (9%), huevos y derivados (7%) ,y legumbres, verduras, frutos secos, frutas y hortalizas (4-5%).

   Por otro lado, diversas investigaciones señalan que el calcio procedente de lácteos es más beneficioso que el de otra procedencia, por lo que un aporte adecuado de leche y lácteos es muy deseable ya que ayuda a prevenir la osteoporosis. Además, el calcio se ha relacionado con la protección frente a diversas enfermedades como la hipertensión, el cáncer, los cálculos renales, la diabetes, el síndrome de ovario poliquístico o el síndrome de resistencia a la insulina, al igual que la prevención y control de la obesidad.

   Por su parte la profesora del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), Manuela Juárez Iglesias, ahondó en los beneficios de la leche, de la que dijo que presenta una amplia gama de nutrientes grasos, proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas.

   El jefe de la Unidad de Metabolismo Mineral del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Universitario Reina Sofía de Córdoba, José Manuel Quesada, centró su ponencia en la importancia de la suplementación adecuada de leche y derivados con vitamina D, pues esto es esencial para la salud ósea.

   El doctor Quesada explicó que, dada la dificultad para conseguir niveles adecuados de vitamina D por irradiación UV y por la dieta, es importante consumir alimentos ricos en vitamina D, como la leche.

   Por último, el miembro del Cuerpo Nacional Veterinario y Académico de las Reales Academias de Ciencias Veterinarias y Gastronomía, el doctor Ángel Díaz Yubero, cerró el seminario destacando que el uso de materias primas seguras y de calidad es fundamental para la elaboración de productos que aporten beneficios nutricionales al consumidor.




miércoles, 22 de octubre de 2014

La dieta mediterránea con aceite de oliva virgen y frutos secos revierte el síndrome metabólico.

Un estudio de la Universidad Rovira i Virgili con hombres y mujeres de 55 a 80 años con alto riesgo cardiovascular concluye que este régimen alimentario disminuye el perímetro de la cintura y los niveles de glucosa en sangre.


   Un estudio llevado a cabo por nvestigadores del proyecto PREDIMED –un estudio de intervención nutricional para evaluar la eficacia de la dieta mediterránea en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares– ha concluido que la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva y frutos secos interviene en la reversión del síndrome metabólico. En el ensayo, cuyos resultados se publican en Canadian Medical Association Journal, participaron 5.801 personas de 55 a 80 años, de las que el 64% (3.707) presentaba síndrome metabólico.

  Los participantes fueron asignados al azar a una dieta: un grupo siguió una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva virgen extra, otro siguió una dieta mediterránea complementada con frutos secos y un tercero siguió una dieta baja en grasa (grupo control).

   Después de un periodo de seguimiento de 4,8 años de media, los investigadores, liderados por Jordi Salas-Salvadó, de la Universidad Rovira i Virgili (URV), descubrieron que las personas que pertenecían a los dos grupos que habían seguido la dieta mediterránea –complementada con frutos secos y aceite de oliva– rebajaron el perímetro de la cintura (obesidad abdominal) y los niveles de glucosa en sangre. De este modo, 958 participantes (el 28,2%) dejaron de tener los criterios que definen la presencia de síndrome metabólico.

   "En este ensayo se ha podido demostrar que la dieta mediterránea complementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos comporta una prevalencia de síndrome metabólico menor que la dieta baja en grasa", apunta Nancy Babio, coautora del trabajo y también profesora de la Unidad de Nutrición Humana de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la URV y el Hospital Universitario de Sant Joan de Reus.




jueves, 16 de octubre de 2014

Pan de aceite (coca de aceite), pizza pan y rollo de queso.

   En este caso hemos hecho lo que en Alicante llamamos coca de aceite o pan de aceite. Con esta misma base hacemos también una pizza pan de atún y rollo de queso.

   Ingredientes:

  • Harina de fuerza, 1 kg
  • Agua, 500 ml
  • Aceite de oliva virgen extra, 100 ml
  • sal
  • levadura de panadero seca, dos sobres (si es fresca unos 30 gr)
  • Queso emmental rallado
  • tomate frito
  • atún en aceite
  • orégano al gusto

   Para hacer la masa mezclamos la harina con la sal y la levadura seca. Después añadimos al agua tibia y el aceite. Amasamos bien unos minutos y dejamos fermentar unas dos horas.
   Pasado este tiempo volvemos a amasar y hacemos unas 8 ó 10 bolas. las estiramos con el rodillo para formar discos planos y dejamos reposar una media hora.
   Unos discos los meteremos en el horno directamente (precalentado a 200ºC) para hacer el pan de aceite. Con 20 minutos será suficiente.






   A otros le esparciremos queso emmental u otro al gusto y enrollaremos hasta formar un cilindro. Seguidamente al horno. A día siguiente en rodajas está fantástico.




   Y para terminar haremos una pizza con esta masa pan incorporando tomate frito, orégano, atún y queso. El resultado es espectacular.






lunes, 22 de septiembre de 2014

Bacalao con patatas bravas.

   No se si este plato está estructurado o desestructurado, pero está de muerte. Hemos juntado dos tapas en una. Por un lado unas patatas bravas y por otro un bacalao con gambones al pimentón de la vera.

   Ingredientes:

  • Patatas para freír
  • Lomo de bacalao
  • Gambones
  • cebolla
  • ajo
  • aceite para freír
  • aceite de oliva virgen extra
  • sal
  • guindilla
  • pimentón dulce
  • pimentón de la vera picante
  • vino blanco

   Empezamos friendo las patatas que previamente hemos cortado en trocitos irregulares. Cuanto más pequeños antes se freirán. Se dejan escurrir en papel de cocina. No es necesario poner sal, puesto que el otro plato lo añadiremos encima y estará al punto.

   


   Retiramos la piel del lomo del bacalao y troceamos. Quitamos la cáscara y el intestino a los gambones. Rehogamos el ajo laminado y la cebolla picada con un poco de sal. Cuando empieza a dorar se retira hacia los lados y en el centro de la sartén se dora al bacalao y los gambones. Cuando ya está el pescado se retira también hacia el exterior de la sartén y en el centro se pone el pimentón, yo pongo una cucharada de postre de pimentón dulce y media de picante de la vera, que le da un toque ahumado.
   Se remueve bien y se incorpora un chorrito de vino blanco. se deja un par de minutos haciendo chup-chup.




   Montamos el plato con las patatas fritas debajo e incorporamos guindilla al gusto, y ya tenemos las bravas.  He utilizado en este caso guindilla líquida. Encima colocamos el bacalao y a disfrutar.









jueves, 18 de septiembre de 2014

Cuanto mayor es la diversidad de bacterias intestinales menor es el riesgo de cáncer de mama.

Un estudio estadounidense muestra una relación entre la variedad de la comunidad bacteriana en el intestino y la probabilidad de desarrollar tumor mamario.


    Las mujeres posmenopáusicas con mayor diversidad de bacterias intestinales presentan una relación más favorable de metabolitos de estrógeno, lo cual se asocia con un menor riesgo de cáncer de mama, en comparación con aquéllas con menor variedad microbiana, según un estudio publicado en Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.

   Desde los años setenta se sabe que, además de ayudar a la digestión, las bacterias intestinales que componen el microbioma influyen en el modo como las mujeres procesan el estrógeno. En concreto, las colonias de bacterias determinan si el estrógeno y los fragmentos que quedan después de que se procese la hormona continúan en el organismo o son expulsados por la orina y las heces. 

   "En las mujeres con más diversidad de bacterias intestinales, hay niveles más altos de fragmentos de estrógeno después de que el cuerpo metabolice la hormona, en comparación con quienes adolecen de menor variedad de bacterias intestinales", resume uno de los autores del estudio, James Goedert, del Instituto Nacional del Cáncer de la Salud (NCI, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), en Bethesda, Estados Unidos. "Este patrón sugiere que estas mujeres podrían tener un riesgo menor de desarrollar cáncer de mama", añade.

   Los investigadores analizaron muestras de heces y de orina de 60 mujeres posmenopáusicas de entre 55 y 69 años y con resultados normales en las mamografías en las 6 semanas anteriores. Se analizó la diversidad bacteriana de las muestras, así como la proporción de estrógenos y fragmentos de estrógeno, un factor de predicción del riesgo de cáncer de mama.

   "Nuestros hallazgos muestran una relación entre la diversidad de la comunidad bacteriana en el intestino, que en teoría puede modificarse con cambios en la dieta o algunos medicamentos, y el riesgo de desarrollar cáncer de mama", afirma Goedert.



Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism (2014); doi: 10.1210/jc.2014-2222








miércoles, 17 de septiembre de 2014

Sardinas y boquerones al horno.

   La mejor forma de comer pescado azul, no te manchas y no apesta la casa.

   Ingredientes:

  • Sardinas frescas
  • Boquerones frescos
  • Aceite de oliva virgen extra
  • sal

   Invertimos un poco de tiempo en limpiar, descamar, eviscerar y quitar la cabeza al pescado. En el caso de las sardinas también les he cortado la cola y les he retirado la espina central.
   Ordenamos los filetes del pescado en la bandeja del horno, precalentado a 200ºC, e introducimos durante unos 5 minutos con un poco de sal y un chorrito de aceite. Disfrutamos bien calentito.






 






martes, 16 de septiembre de 2014

La conducta alimentaria de tipo adictivo está más relacionada con el hecho de comer que con la comida.

Un estudio descarta la hipótesis de que los alimentos involucran mecanismos cerebrales comparables a los de las drogas de abuso.


   Investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn) han participado en un estudio internacional del Consorcio 'NeuroFAST' que ha observado que la adicción a comer define con mayor precisión la conducta alimentaria de tipo adictivo que la adicción a la comida.

   El trabajo, que publica en su último número la revista Neuroscience & Biobehavioral Reviews, recoge de forma extensa argumentos y razonamientos de distintos campos médico-científicos sobre la supuesta adicción que provocan alimentos, componentes o sustancias alimenticias concretas.

   Y ha sido así como han visto que, sorprendentemente, actualmente no existe una evidencia científica que apoye la hipótesis de que los alimentos involucran mecanismos cerebrales comparables a las drogas de abuso.

   "La gente trata de encontrar explicaciones racionales para el sobrepeso y es fácil culpar a los alimentos", ha reconocido Carlos Diéguez, autor de este estudio y director del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CIMUS) de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).

    De hecho, este experto admite que algunos alimentos "son más atractivos que otros", algo que se debe en parte a la capacidad de este tipo de alimentos para estimular 'vías de recompensa' en el cerebro, que son activadas por algunos comportamientos naturales, pero sobre todo se conocen por ser muy estimuladas por muchas drogas de abuso".

   Sin embargo, la evidencia científica actual no apoya la idea de que los distintos componentes de los alimentos ejerzan los mismos efectos que las drogas adictivas en nuestros cerebros.



La cafeína, posible excepción

   Con la posible excepción de la cafeína, no hay fuerte evidencia en humanos de que cualquier alimento, o cualquiera de sus componentes, pueden causar cambios en el cerebro que se asemejen a los observados en respuesta al consumo de sustancias como el alcohol o la nicotina.

   "Es evidente que algunas personas tienen una relación de dependencia con los alimentos (...) Pero en la actualidad existe muy poco fundamento para apoyar la idea de que cualquier ingrediente, alimento, aditivo o combinación de ingredientes tiene propiedades adictivas", explica este experto.

   La diferencia entre adicción a la comida o al hecho de comer no es baladí a juicio del consorcio 'NeuroFAST', dado el énfasis de algunas políticas en relación a que los componentes de los alimentos, y sus efectos adictivos, serían los responsables del exceso de ingesta y, por tanto, del incremento de la obesidad.

   En este sentido, recuerda que otras adicciones conductuales, por ejemplo a los juegos de azar, son reconocidas formalmente por los clínicos y los estamentos sanitarios.

   La "buena noticia" para la industria de la alimentación es, según Diéguez, que no hay evidencia de que los alimentos o nutrientes particulares provocan directamente una adicción basada en una determinada sustancia. La mala es que, "si asumimos que la adicción a comer es frecuente, nos indica que depende muy probablemente de un entorno que fomenta su desarrollo".



El fácil acceso a los alimentos puede favorecer la adicción

   "Obviamente, la facilidad de acceso y una amplia exposición a un gran número de alimentos sabrosos (y baratos), bien pueden implicar un riesgo elevado de desarrollar una adicción como el comer", ha explicado. Ante este hallazgo, los expertos del consorcio 'NeuroFAST' están convencidos de que debe abordarse la cuestión de cómo evitar la 'adicción a comer'.

   Una discusión, según opinan, que no ha de centrarse en la cuestión de si los alimentos provocan adicción en el sentido de una dependencia de las drogas, sino en potenciar políticas de prevención y tratamiento de la obesidad con iniciativas conjuntas entre todos los agentes responsables.

   "Por otro trastorno del comportamiento --trastorno del juego-- sabemos que tanto un tratamiento individualizado y una prevención estructural, como la reducción del número de salas de juego, la restricción de la publicidad de la promoción de los juegos de azar y el cumplimiento de las restricciones de edad son eficaces en un gran número de pacientes", ha explicado.



Neuroscience & Biobehavioral Reviews (2014); doi: 10.1016/j.neubiorev.2014.08.016






lunes, 15 de septiembre de 2014

Saltarse el desayuno aumenta el riesgo de diabetes 2 en niños.

Un estudio británico muestra que los escolares que no desayunan todos los días presentan niveles más altos de insulina en ayunas y mayor resistencia a la insulina.


   La ingesta regular de un desayuno saludable reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en niños, según un estudio publicado en Plos Medicine. El trabajo, dirigido por Angela Donin, de la Universidad St. George de Londres, en Reino Unido, revela una asociación entre los menores que se saltaban el desayuno casi todos los días y los niveles más altos de factores de riesgo conocidos para la diabetes.

   Los científicos llegaron a estas conclusiones tras evaluar los datos de 4.116 escolares de 9-10 años de edad en Reino Unido. Los niños respondieron a preguntas sobre lo que comían para desayunar y la frecuencia con que lo hacían y se sometieron a análisis de sangre para medir los marcadores de riesgo de la diabetes, como la insulina en ayunas, la glucosa y la hemoglobina glucosilada (HbA1c).

   El 26% de los niños manifestó no tomar el desayuno todos los días. Aquellos que dijeron que, por lo general, se saltaban el desayuno presentaban niveles más altos de insulina en ayunas, mayor resistencia a la insulina, HbA1c ligeramente superior y glucosa ligeramente superior que los que aseguraron que siempre toman el desayuno.

   Los que dijeron comer cereales altos en fibra para desayunar presentaban menor resistencia a la insulina que los que tomaban otros tipos de alimentos, como un desayuno a base de galletas.

   Los autores señalan la necesidad de realizar futuros estudios para demostrar si el aumento de la ingesta de desayuno entre los niños conduce a mejorar su perfil de riesgo de la diabetes. "Las asociaciones observadas sugieren que el consumo regular de desayuno, con especial participación del consumo de un cereal alto en fibra, podría proteger contra el riesgo de desarrollo temprano de diabetes tipo 2", concluyen.



Plos Medicine (2014); doi: 10.1371/journal.pmed.1001703





viernes, 12 de septiembre de 2014

Una hora de ejercicio moderado reduce en un 46% la probabilidad de desarrollar insuficiencia cardíaca.

Un estudio ratifica las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón de practicar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana.


   Una hora de ejercicio moderado o media hora de ejercicio vigoroso al día puede reducir en un 46% el riesgo de insuficiencia cardíaca, según concluyen los autores de un estudio que se publica en la revista Circulation: Heart Failure. La insuficiencia cardíaca es una patología incapacitante común que representa alrededor del 2% de los costes sanitarios en los países industrializados. El riesgo de muerte a los 5 años del diagnóstico es del 30-50%, destacan los autores.

   Los investigadores estudiaron a 39.805 personas de entre 20 a 90 años de edad sin insuficiencia cardiaca al inicio del estudio en 1997 y evaluaron su actividad total y en tiempo de ocio al comienzo del análisis, siguiéndoles para ver cómo esto se relaciona con su consiguiente riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca.

   De esta forma, observaron que el grupo que realizaba más actividad durante su tiempo libre (más de una hora de actividad física moderada o media hora de actividad física vigorosa al día) presentaba un riesgo un 46% menor de desarrollar insuficiencia cardíaca.

   La actividad física resulta igualmente beneficiosa para los hombres y las mujeres. Los que desarrollaron insuficiencia cardíaca eran mayores, de sexo masculino, con niveles más bajos de educación, un mayor índice de masa corporal (IMC) y relación cintura-cadera y antecedentes de ataques al corazón, diabetes, presión arterial alta y colesterol alto.

   "No hace falta correr un maratón para obtener beneficios de la actividad física, puesto que incluso niveles muy bajos de actividad pueden tener efectos positivos", afirma Kasper Andersen, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Uppsala, en Suecia. "La actividad física disminuye los muchos factores de riesgo de enfermedades del corazón, que a su vez reducen el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca, así como otras enfermedades del corazón", destaca.

   Los participantes del estudio completaron cuestionarios que incluían información sobre el estilo de vida, la actividad física, el tabaquismo y los hábitos de consumo de alcohol y el uso de medicamentos. Los investigadores analizaron su actividad física total, incluyendo las actividades relacionadas con el trabajo y las actividades de ocio.

   La actividad física en el tiempo libre de los participantes de la que informaron se dividió en tres categorías: leve, en el caso de caminatas casuales; moderada, como correr o nadar; y fuerte, como deportes competitivos. El diagnóstico, las hospitalizaciones y las muertes se verificaron utilizando los registros médicos de los participantes.

   "El mundo occidental promueve un estilo de vida sedentario --señala Andersen--. A menudo no existen formas alternativas de transporte saludables; en muchos edificios es difícil encontrar escaleras y la televisión y los ordenadores en casa fomentan la conducta sedentaria". "Caminar, montar en bicicleta o ir por las escaleras podría marcar una gran diferencia. Nuestra investigación sugiere que todos puedan beneficiarse de salir y moverse todos los días", agrega.

   Aunque la relación entre la insuficiencia cardíaca y el ejercicio no ha sido ampliamente estudiada, los resultados del trabajo reafirman la importancia de que todos los adultos realicen actividad física y apoyan las recomendaciones de la Asociación Americana del Corazón de practicar 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Para aquellos que necesitan reducir su presión arterial y el colesterol, estos expertos aconsejan 40 minutos entre tres y cuatro veces por semana.



Circulation: Heart Failure (2014); doi: 10.1161/CIRCHEARTFAILURE.113.001010




jueves, 11 de septiembre de 2014

La dieta mediterránea reduce hasta en un 30% el riesgo de cáncer de mama.

El estudio también evidencia que la dieta occidental --basada en un alto consumo de productos grasos, dulces y bebidas calóricas-- es la mas perjudicial" para estos tumores, ya que aumenta en torno a un 40% la probabilidad de desarrollarlos.


   Investigadores del Instituto de Salud Carlos III y el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) han realizado un estudio epidemiológico que demuestra que la dieta mediterránea, rica en pescado, verduras, frutas o legumbres, puede reducir hasta un 30 por ciento el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

   En su trabajo, cuyos resultados publica la revista British Journal of Cancer, analizaron los patrones alimenticios de más de 2.000 mujeres y observaron que esta dieta es especialmente beneficiosa para los tumores mamarios más agresivos, los triple-negativos, para los que de momento no existe un tratamiento quimiopreventivo.

   Además, han constatado que la dieta occidental -basada en un alto consumo de productos grasos, dulces y bebidas calóricas- es "la mas perjudicial" para estos tumores, ya que puede aumentar en torno a un 40% el riesgo de desarrollarlos, según ha explicado Marina Pollán, investigadora del Centro Nacional de Microbiología del Carlos III que ha coordinado el estudio.

   En el trabajo han participado un total de 23 unidades de Oncología de hospitales españoles que se encargaron de reclutar a 1.017 pacientes ya diagnosticadas con este tumor y de unos 50 años de media, y otras 1.017 mujeres sanas de edades similares.

   Todas ellas se sometieron a un riguroso cuestionario en el que tenían que detallar al máximo la alimentación que habían seguido en los últimos cinco años. En total se tuvieron en cuenta un centenar de marcadores, lo que sirvió para definir tres patrones de dieta diferentes.

   La calificada como dieta mediterránea se caracterizaba por un consumo variado de pescado, verduras, legumbres, patatas, frutas y aceite de oliva, y por un bajo consumo de zumos y bebidas calóricas. Y en la medida que cumplían más con este patrón, menor era el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

   Lo contrario sucedió con las mujeres que seguían una dieta más "occidental", como la han calificado los autores del estudio, caracterizada por un alto consumo de productos grasos, carne procesada, dulces y bebidas calóricas, y un bajo consumo de cereales. En estos casos, el riesgo de desarrollar cáncer de mama podía aumentar hasta en un 40%.

   Los investigadores distinguieron un tercer patrón alimenticio, que calificaron como dieta "prudente", basado en un consumo de productos bajos en grasa, frutas, verduras y zumos. Pero en estos casos, no se ha podido constatar que esté relacionada con una mayor o menor probabilidad de desarrollar estos tumores a pesar de consumir menos grasa.



También ha grasas buenas 

   "Esto podría determinar que la grasa 'per se' no es un factor determinante de riesgo de estos tumores", según reconoce Pollán, que ha recordado además la necesidad de distinguir entre grasas 'buenas', entre las que se podría incluir el aceite de oliva, o las grasas 'malas' como las trans, presentes en bollería industrial.

   En el estudio se hizo un análisis pormenorizado por grupos de alimentos pero no ha habido "ningún alimento que genere por si solo un efecto tan importante como para provocar cambios sustanciales", ha añadido esta investigadora.

   Asimismo, en el trabajo se analizaron los efectos positivos o negativos de dichas dietas en los diferentes subtipos de estos tumores y vieron que en el caso de los triple-negativos la protección de la dieta mediterránea era mayor.

   Una circunstancia que, como ha reconocido el presidente de GEICAM, Miguel Martín, podría explicar por qué estos tumores son menos frecuentes en España, donde solo representan al 12% de los casos de cáncer de mama, la mitad que en otros países como Estados Unidos, donde su incidencia asciende a más del 20%.



Puede reducir el riesgo de otros tumores

   Este oncólogo reconoce que se trata de uno de los estudios epidemiólogos más importantes que se han hecho en España con el cáncer de mama, y cree que si se realizara con otros tumores de elevada prevalencia, como los de próstata en hombres, se observarían resultados similares.

   Martín ha avanzado que el trabajo recoge muchos más datos sobre hábitos de vida de estas mujeres que pueden afectar al riesgo de cáncer de mama, como el consumo de alcohol, tabaco o el ejercicio físico, que se irán desgranando próximamente. Además, Pollán ha reconocido que también se podría analizar si estos factores pueden relacionarse con el pronóstico de estas mujeres o con el riesgo de segundos tumores.

   El trabajo ha sido financiado por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), cuya presidenta Isabel Oriol ha destacado que este hallazgo prueba que "con una buena alimentación se podrían evitar miles de casos de este cáncer". Asimismo, ha contado con la financiación de otras entidades como la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la Federación de Asociaciones de Mujeres con Cáncer de Mama (FECMA) y la Fundación Cerveza y Salud.



British Journal of Cancer (2014); doi:10.1038/bjc.2014.434




miércoles, 10 de septiembre de 2014

La desnutrición dobla el riesgo de muerte en pacientes con insuficiencia cardíaca.

La anemia transitoria aumenta en un 40% la probabilidad de fallecimiento en individuos aquejados de IC.


   La desnutrición --dieta deficiente o mala absorción de nutrientes-- en enfermos con insuficiencia cardiaca (IC) dobla el riesgo de morir o ingresar por este motivo, según un estudio del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, presentado este martes en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) 2014 que se celebra hasta este miércoles en el recinto de Fira de Barcelona.

   Lo ha explicado este martes en una rueda de prensa sobre diversas investigaciones llevadas a cabo en centros españoles el coordinador de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Hospital Germans Trias i Pujol y coautor del trabajo, Josep Lupón, que ha detallado que se ha tenido en cuenta la edad, el género, la presencia de diabetes y la situación funcional.

   Ha revelado que una de las conclusiones del estudio --desarrollado en dos años con 214 pacientes de 69 años de media-- es que "la desnutrición es más potente como factor pronóstico que el índice de masa corporal (IMC) y el porcentaje de grasa.

   La investigación también ha arrojado luz sobre la llamada "paradoja de la obesidad" en pacientes con IC: la obesidad aumenta la posibilidad de insuficiencia cardiaca y muerte cardiovascular, pero cuando ya se tiene, los obesos tienen un mejor pronóstico, lo que se explica porque la prevalencia de la desnutrición es mucho menor que en pacientes con sobrepeso y con menos peso.

   Otro aspecto desconocido que ha señalado Lupón es que la desnutrición también se puede encontrar en personas con obesidad; según la definición que incluye las mediciones de los pliegues cutáneos y la albúmina, todos los participantes de bajo peso estaban desnutridos, de los pacientes con obesidad un 3% estaban desnutridos, de los pacientes con sobrepeso, un 11%, y de los normales, un 44%.

   El Hospital Germans Trias ha presentado un segundo estudio sobre la anemia transitoria --la existente que desaparece al cabo de seis meses--, el cual concluye que aumenta un 40% el riesgo de muerte por IC respecto a los pacientes no anémicos, por lo que Lupón ha avisado que, aunque la anemia se resuelva, se debe hacer igualmente "un seguimiento persistente" del enfermo.



Otros estudios

   El estudio 'AMITIE' del Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (IMIM) ha visto que la incidencia y la mortalidad del infarto agudo de miocardio (IAM) en pacientes de 35 a 74 años de regiones de Finlandia, Estonia, Alemania, Francia, Italia y España ha disminuido por las mejoras en prevención primaria y secundaria, especialmente en Finlandia por su estrategia de prevención, y España ha registrado el mayor descenso en mujeres.

   El presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), José Ramón González-Juanatey, y el investigador del Hospital de Santiago de Compostela, Emad Abu Assi, han presentado el CarioCHUS, el primer score que valora el riesgo de sangrado en pacientes con síndrome coronario agudo (SCA) y fibrilación auricular (FA), lo que evita "de forma significativa" sangrados que empeoren el pronóstico de los pacientes.

   Otro score, el SAME-TT2R2, creado por el investigador Gregory Lip del Birmingham City Hospital y validado también por el Hospital Virgen de la Arrixaca y el General Universitario Morales Meseguer en población española, permitirá pronosticar qué pacientes sufrirán complicaciones embólicas o hemorrágicas antes de iniciar el tratamiento.





martes, 9 de septiembre de 2014

El abuso de la sal en las comidas empeora la esclerosis múltiple.

Expertos sugieren ampliar la investigación para averiguar si una dieta baja en sodio pudiera aliviar algunos de los síntomas de esta enfermedad neurológica.

   La sal puede empeorar los síntomas de la eslerosis múltiple, según acredita un estudio publicado en Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry en el que se evaluaron las muestras de sangre y orina de 70 personas con la forma recurrente-remitente de EM para comprobar los niveles de sal; un marcador de la actividad inflamatoria llamada creatinina; y la vitamina D, cuyos bajos niveles se han relacionado con la enfermedad.

   Los autores del estudio, del Departamento de Neurología del Instituto Raúl Carrea de Investigaciones Neurológicas, Buenos Aires (Argentina), y del Centro de Enfermedades Neurológicas Enfermedades, Brigham y Hospital de la Mujer en Boston (Massachusetts), pidieron a este grupo de individuos que proporcionaran muestras de orina en tres ocasiones en un periodo de nueve meses para monitorear los cambios en la ingesta de sal en la dieta y luego siguieron su salud neurológica durante dos años, entre 2010 y 2012.

   A modo de comparación, se midieron los niveles de sal en orina en un segundo grupo de 52 personas con el mismo tipo de EM entre junio y julio de 2013. El consumo medio de sal fue de poco más de 4 g por día en ambos grupos, pero varió desde menos de 2 g (bajo), a de 2 a 4,8 g (moderado) y entre 4,8 gramos o más al día (alto), con los hombres tendiendo a consumir más a diario que las mujeres.

   Después de tener en cuenta los factores influyentes, como el tabaquismo, la edad, el sexo, la duración del tiempo después del diagnóstico, el peso, el tratamiento y la circulación de la vitamina D, el análisis indicó una relación entre los niveles de sal en la dieta y el empeoramiento de los síntomas de EM.

   En comparación con los que consumían la menor cantidad de sal todos los días, los individuos con consumo de moderado a alto en el primer grupo presentaban alrededor de más de tres episodios de empeoramiento de los síntomas y tenían casi cuatro veces más de probabilidades de sufrir estos episodios.

   Posteriormente, los investigadores analizaron las radiografías y tomografías para determinar si la enfermedad había progresado y una vez más detectaron un vínculo entre el consumo de sal en la dieta y pruebas radiológicas de mayor deterioro. Aquellos cuya ingesta de sal en la dieta era alta, fueron casi 3,5 veces más propensos a tener signos radiológicos de progresión.

   Se obtuvieron resultados similares en el grupo de comparación. Según sus autores, se trata de un estudio observacional, así que no hay conclusiones definitivas de causa y efecto, además de que los niveles más altos de sal en la orina pueden reflejar una mayor actividad de la enfermedad en lugar de al revés.

   Pero el alto consumo de sal está implicado en diversos aspectos de mala salud, dicen. Por ello, entienden que sus hallazgos sugieren nuevas investigaciones respecto a si la reducción de la sal en la dieta podría aliviar los síntomas de EM.


Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry (2014); doi:10.1136/jnnp-2014-307928




lunes, 8 de septiembre de 2014

Los pediatras recomiendan una hora de ejercicio diario como mínimo para los escolares.

La AEP recuerda que la vuelta al cole es el momento "perfecto" para implantar hábitos y estilos de vida saludables que se mantengan durante todo el año.

   La Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerda que el inicio de las clases y la vuelta a la “rutina” es un momento idóneo para incorporar hábitos sanos en la vida de los niños, de forma que pasen a formar parte de su estilo de vida y les ayuden a crecer sanos. Y es que la etapa escolar es una de las más importantes del desarrollo infantil ya que tanto sus habilidades intelectuales como sociales y físicas están en pleno crecimiento. Para incorporar rutinas saludables en la “vuelta al cole”, la AEP ha realizado las siguientes recomendaciones:

   El doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Grupo de trabajo de Actividad Física de la AEP, destaca que “una actividad física adecuada se relaciona con un mejor rendimiento escolar y con un mejor estado anímico de los niños”. Además, previene el sobrepeso y las enfermedades cardiometabólicas en el futuro. Por eso recomienda “un mínimo de 1 hora diaria de actividad física moderada-intensa”.

   Las actividades extraescolares deportivas, los paseos en familia, las actividades al aire libre y reducir las horas de consumo de televisión son formas de aumentar la actividad física de manera divertida y amena.

Sueño: entre 9 y 11 horas diarias

   Los niños en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo. Está demostrado que una correcta higiene del sueño favorece el aprendizaje, la asimilación de experiencias y el crecimiento.

   Por esta razón “hay que acostumbrar a los niños a la rutina del sueño escolar lo antes posible” indica el Dr. Rodríguez. Para que la adaptación sea progresiva, se recomienda que un par de semanas antes de volver al cole, se acostumbre a los niños a acostarse pronto y seguir los horarios escolares

Alimentación: imprescindible desayunar

   Tras los hábitos alimenticios más relajados del verano, es importante volver a controlar de cerca la rutina alimentaria de los niños. En primer lugar, el desayuno es parte clave de la alimentación del niño y debe cubrir el 25% de las necesidades calóricas diarias. Un desayuno completo debe incluir lácteos, cereales y fruta.

   Si el niño come en el colegio, se debe revisar el menú al comedor escolar para planificar las comidas de casa. “Hay que ser proactivos en la alimentación de nuestros hijos y saber qué comen en el colegio para ofrecerles una alimentación equilibrada” aconseja el Dr. Rodríguez. También recomienda dejar de lado la bollería industrial y “aprovechar a media mañana o la hora de la merienda para incluir fruta en la dieta en forma de piezas enteras, no de zumo”.

Mochila: nunca más de un 10% del peso del niño

   Otra cuestión que acompañará al niño durante todo el curso es la mochila escolar, que no debe ser elegida al azar. Son recomendables aquellas con correas anchas y acolchadas, y hay que recordar que su peso no debe superar nunca el 10 – 15% del peso corporal del niño. El Dr. Rodríguez señala que “hay que evitar que el niño cargue con peso innecesario”. Para ello, los carritos son una buena opción, así como ayudar al niño a cargar con la mochila si ésta es demasiado pesada.

jueves, 28 de agosto de 2014

Científicos identifican bacterias intestinales que protegen contra alergias de carácter alimentario.


Bacterias intestinales comunes conocidas como clostridios previenen la sensibilización a alérgenos en un modelo de ratón con alergia al cacahuete, allanando el camino para tratamientos probióticos destinados a tratar las alergias alimentarias, según revela una nueva investigación, cuyos resultados se publican en Proceedings of the National Academy of Sciences.

   Mediante la inducción de respuestas inmunes que impiden que los alérgenos de alimentos entren en el torrente sanguíneo, los clostridios minimizan la exposición a los alérgenos y evitan la sensibilización, un paso clave en el desarrollo de alergias a los alimentos, como han descubierto los autores de este estudio, investigadores de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos.

   Aunque se desconocen las causas de la alergia a los alimentos, una respuesta inmune a veces mortal a ciertos alimentos, los estudios han dado a entender que las prácticas de higiene modernas o dietéticas pueden jugar un papel al alterar la composición bacteriana natural del cuerpo. En los últimos años, las tasas de alergia a alimentos en los niños han crecido considerablemente, incrementándose un 50 por ciento entre 1997 y 2011, y los estudios han demostrado una correlación con el uso de antibióticos y antimicrobianos.

   "Los estímulos ambientales, tales como el uso excesivo de antibióticos, las dietas altas en grasa, el parto por cesárea, la eliminación de los patógenos comunes e, incluso, la alimentación con leche de fórmula han afectado a la microbiota con la que hemos coevolucionado", describe el autor principal del estudio, Cathryn Nagler, profesor de alergia alimentaria en la Universidad de Chicago. "Nuestros resultados sugieren que esto podría contribuir al aumento de las alergias a los alimentos", añade.

   Para probar cómo las bacterias intestinales afectan a las alergias alimentarias, Nagler y su equipo investigaron la respuesta a los alérgenos alimentarios en los ratones. Para ello, expusieron ratones libres de gérmenes (nacidos y criados en condiciones estériles sin microorganismos residentes) y roedores tratados con antibióticos (que reducen significativamente las bacterias intestinales) a alérgenos del cacahuete.

  Ambos grupos de ratones mostraron una fuerte respuesta inmunológica, produciendo niveles significativamente más altos de anticuerpos contra los alérgenos del cacahuete que los ratones con las bacterias normales del intestino. La sensibilización a los alérgenos de los alimentos podría invertirse mediante la reintroducción de una mezcla de bacterias 'Clostridium' de nuevo en los ratones.

   Sin embargo, la reintroducción de otro grupo importante de bacterias intestinales, 'Bacteroides', no alivió la sensibilización a los alérgenos, lo que indica que las bacterias clostridios tienen un papel único de protección contra los alérgenos alimentarios.

   Para identificar este mecanismo de protección, Nagler y su equipo estudiaron las respuestas inmunes celulares y moleculares a las bacterias en el intestino. El análisis genético reveló que 'Clostridia' hace que las células inmunes innatas produzcan altos niveles de interleucina-22 (IL-22), una molécula de señalización conocida por disminuir la permeabilidad de la mucosa intestinal.

   A los ratones tratados con antibióticos se les dio IL-22 o fueron colonizados con clostridios. Cuando se les expone a los alérgenos del cacahuete, los ratones en ambas condiciones mostraron una reducción de los niveles de alérgenos en la sangre, en comparación con los controles, pero los niveles de alérgenos aumentaron significativamente después de que los ratones recibieron anticuerpos que neutralizan IL-22, lo que indica que 'Clostridia' inducida por IL-22 impide que los alérgenos entren en el torrente sanguíneo.

   "Hemos identificado una población bacteriana que protege contra la sensibilización a los alérgenos de alimentos --subraya Nagler---. El primer paso para sensibilizar a un alérgeno alimentario es que llegue a la sangre y se presente a su sistema inmunológico. La presencia de estas bacterias regula ese proceso".


Nuevo paradigma de prevención


   Aunque factores complejos y en gran medida indeterminados como la genética afectan al hecho de que las personas desarrollen alergias a los alimentos y cómo se manifiestan, la identificación de una respuesta de barrera protectora inducida por bacterias representa un nuevo paradigma para la prevención de la sensibilización a la alimentación.

   Las bacterias 'Clostridium' son comunes en los seres humanos y representan un objetivo claro para posibles terapias que previenen o tratan las alergias alimentarias. Nagler y su equipo están trabajando para desarrollar y diseñar ensayos que se podrían utilizar para la terapia probiótica y han presentado una patente provisional.

   "Es emocionante porque sabemos cuáles son las bacterias y tenemos una manera de intervenir", afirma Nagler. "Por supuesto, no hay garantías, pero es absolutamente comprobable como agente terapéutico contra una enfermedad para la cual no hay nada. Como madre, me puedo imaginar lo aterrador que debe de ser tener que preocuparse cada vez que su hijo toma un bocado de comida", señala esta investigadora.

   "Las alergias alimentarias afectan a 15 millones de estadounidenses, entre ellos uno de cada 13 niños que viven con esta enfermedad potencialmente mortal que en la actualidad no tiene cura", detalla Mary Jane Marchisotto, vicepresidenta senior de investigación y educación en alergia alimentaria. "Hemos estado encantados de apoyar la investigación que se ha llevado a cabo por la doctora Nagler y sus colegas en la Universidad de Chicago", concluye.



Proceedings of the National Academy of Sciences (2014); doi: 10.1073/pnas.1412008111






miércoles, 27 de agosto de 2014

Compota de calabaza a la naranja.

   Ingredientes:

  • Calabaza dulce
  • Naranja
  • azúcar al gusto
  • Arroz para acompañar
  • Canela al gusto

   Coceremos al arroz para acompañar con un poco de azúcar, aunque también se puede poner un arroz con leche.
   Hervimos la calabaza en dados pequeños con el zumo de naranja. Cuanto más pequeños sean antes se cuecen. Añadimos la ralladura de la piel de la naranja. Incorporamos el azúcar según el dulzor de la calabaza. Si la calabaza es muy dulce yo no le añado azúcar.
   Emplatamos con el arroz con distintos moldes y con canela al gusto.