Otra forma de hacer olivas caseras que me han quedado, sinceramente, estupendas.
Empezamos por recoger las olivas verdes teniendo la precaución de que estén sanas, sin golpes ni picaduras de insectos. Es decir, revisadlas una por una.
Después las pondremos a remojo con sosa cáustica a razón de 30 gr por kilo de olivas. Sí, habéis acertado, hay que pesarlas. Yo las suelo dejar 24 horas.
Pasado este tiempo se enjuagan bien con agua las veces que haga falta hasta que el agua salga limpia.
Luego se ponen en botes grandes con sal, un 3%, y un ajo por kilo, más o menos. Para darles un poco más de sabor en vez de poner agua sola he hecho una infusión con salvia (al estar la infusión caliente se disuelve mejor la sal). De manera que vamos a dejas las olivas reposar al menos 6 meses con la salvia, la sal y los ajos. Pasado este tiempo las pongo en botes pequeños con agua, sal y un poco de vinagre de vino. Listas para comer. Sabor muy bueno y textura perfecta.
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