- Este patrón de alimentación mejora la capacidad cognitiva de las personas mayores
El estudio PREDIMED sigue trayendo buenas noticias. Apenas tres meses después
de demostrar de forma fehaciente que la
dieta mediterránea protege el corazón, una escisión de esta investigación
española señala que los beneficios de este tipo de alimentación también podrían
extenderse al cerebro. Según sus datos, publicados en la revista 'Journal of Neurology, Neurosurgery
and Psychiatry', este patrón alimenticio regado con aceite de oliva virgen
extra o frutos secos parece mejorar significativamente la capacidad
cognitiva de las personas mayores.
En concreto, los autores de este trabajo, liderados por Miguel Ángel
Martínez, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la
Universidad de Navarra, realizaron un seguimiento a un grupo de 522 individuos
de edades comprendidas entre los 55 y los 80 años que, al inicio de la
investigación, no presentaban ningún problema de corazón aunque sí tenían un
perfil de riesgo (tenían diabetes tipo 2 o varios factores asociados, como la
hipertensión o el tabaquismo).
Entre los más de 17.000 participantes en el PREDIMED, los investigadores
eligieron a este grupo reclutado en Navarra porque era el que mejor permitía
realizar un seguimiento a largo plazo.
Así, después de una media de seis años y medio realizando una dieta
mediterránea (ya fuera con suplemento de aceite de oliva o de frutos secos) o un
régimen bajo en grasas (grupo control), estos individuos se sometieron a varios
tests que pretendían evaluar su función cerebral y detectar posibles
signos de deterioro cognitivo.
Entre otras pruebas, se evaluó la memoria, la orientación, el pensamiento
abstracto o los niveles de atención de cada uno de los participantes. Los
resultados fueron claros a favor de la dieta mediterránea. La incidencia
de tanto un deterioro cognitivo leve como de una demencia era significativamente
más baja en los grupos de quienes habían estado tomando una dieta
mediterránea. Asimismo, los resultados de los tests en cuanto a capacidad
cognitiva también eran mejores entre quienes seguían este patrón
alimenticio.
Como destaca el doctor Martínez en conversación con ELMUNDO.es, es la primera
vez que una muestra tan amplia repartida de manera aleatoria demuestra estos
beneficios a nivel cerebral. Entre los mecanismos que podrían explicar esta
protección, Martínez destaca que el aceite de oliva favorece la eliminación del
cerebro de la proteína beta-amieloide, "clave en el Alzheimer". Además, añade,
el aceite de oliva reduce los marcadores de inflamación "y cada vez hay más
evidencias de que la demencia de tipo vascular y la tipo Alzheimer no son en
realidad tan diferentes". Aunque, como admiten en el estudio, son necesarios más
estudios que ratifiquen estas propiedades antioxidantes y
antiinflamatorias.
Por otro lado, también son claves nuevos trabajos que evalúen los efectos de
la dieta sobre el cerebro analizando también cuál era el punto de partida de los
participantes al inicio de la investigación, algo que este trabajo no ha tenido
en cuenta. "Es una limitación importante que hay que reconocer, aunque asumimos
que el reparto aleatorio de la muestra también supone que los tres grupos son
similares en este punto", explica el investigador malagueño de la Universidad de
Navarra. Si a los participantes no se les realizó un test mental al inicio de la
prueba, reconoce, fue por una cuestión de financiación: "Hay que tener en cuenta
que el estudio PREDIMED reparte 2,5 toneladas de aceite de oliva entre
los participantes a la semana (que al principio pagábamos nosotros
mismos), hay que pagar a los dietistas, nutricionistas, las pruebas de
laboratorio, los cuestionarios... Es un gran trabajo logístico".
Pero el corazón y el cerebro no son los únicos beneficiados por el aceite de
oliva; el mismo estudio PREDIMED, como adelanta el doctor Martínez va a publicar
pronto resultados que demuestran que este 'oro líquido' de la dieta mediterránea
es también capaz de reducir el riesgo de diabetes.
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