Aunque no se tienen evidencias para recomendar el uso
generalizado en niños, hay datos preliminares que aconsejerían su administración
en los casos de síndrome de intestino irritable, colitis ulcerosa crónica o
dermatitis alérgica.
Más de 200 expertos incidieron en los efectos beneficiosos de los
probióticos en bebés prematuros durante la primera sesión científica de la
recién constituida Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP), que
se celebró el pasado viernes en Barcelona.
El director de la Unidad de Investigación en Nutrición y Desarrollo Humano de
Galicia, Rafael Tojo, recordó que el uso de ciertas cepas probióticas en
neonatos previene la enterocolitis necrotizante (NEC), una enfermedad
gastrointestinal grave con una incidencia y morbimortalidad elevadas. Según
Tojo, "la intervención con probióticos en prematuros de menos de 34 semanas y
bajo peso al nacer reduce el riesgo de sufrir enterocolitis y
mortalidad".
Otros beneficios de la administración de
probióticos en niños, contrastados en metaanálisis de estudios recientes, tienen
que ver con el tratamiento de la diarrea infecciosa aguda.
Asimismo, y aunque aún no se tienen evidencias
para recomendar el uso generalizado en niños, hay datos preliminares que
aconsejerían su administración en los casos de síndrome de intestino irritable,
colitis ulcerosa crónica, dermatitis alérgica o prevención de enfermedades
atópicas (eczema atópico, rinitis alérgica y asma).
Por otro lado, la directora del Grupo de
Investigación en Nutrición y Metabolismo de la Universidad Católica de Lovaina
(Bélgica), Nathalie Delzenne, destacó los efectos de los prebióticos en los
trastornos asociados a la obesidad.
Según esta experta, estudios básicos han
demostrado que la modificación de la flora intestinal por la ingesta de
prebióticos mejora la respuesta del organismo al control de la barrera
intestinal y la inflamación (endotoxemia), el depósito de grasa subcutánea y la
función endocrina.
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