domingo, 17 de febrero de 2013

Médicos de familia advierten que las dietas milagro no están científicamente probadas


    La coordinadora del Grupo de Nutrición y Alimentación de Semfyc, Lourdes Carrillo, recuerda que los hidratos de carbono son una de las principales fuentes de energía del organismo y la única utilizable por el cerebro.

    La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) han advertido de que las dietas milagro carecen de fundamento científico reconocido y sólo sirven a corto plazo.

    "Para perder peso hay que acudir a un profesional de la salud, ya que las soluciones mágicas no existen. Y es necesario que la población se conciencie de que para controlar el peso es más eficaz mantener unos buenos hábitos alimenticios que hacer una dieta de forma transitoria", señala al respecto la coordinadora del Grupo de Nutrición y Alimentación de Semfyc, Lourdes Carrillo.
   Esta especialista recomienda a las personas que quieren perder peso que realicen "pequeños" cambios en su alimentación diaria para que la pérdida de peso sea duradera.
   "Las dietas milagro se caracterizan porque la persona tiene que hacer un esfuerzo mínimo para lograr los resultados, lo que resulta muy tentador para la mayoría de las personas que quieren perder peso", ha explicado la Dra. Carrillo.

   El organismo necesita hidratos de carbono

  En concreto, y según explica esta experta, estas dietas pueden agruparse en: dietas hipocalóricas no equilibradas, dietas disociadas, como la Dieta Montignac, y dietas excluyentes, como la Atkins o la Dukan, en la que se restringen los hidratos de carbono en favor de las proteínas y las grasas.
   En este sentido, la Dra. Carrillo recuerda que los hidratos de carbono son una de las principales fuentes de energía del organismo y la única utilizable por el cerebro. "La restricción de hidratos de carbono, como cereales, legumbres, verduras o frutas, lleva a una rápida pérdida de peso, fundamentalmente a expensas de líquido extracelular, además de pérdidas de calcio, potasio y otras vitaminas y minerales", recalca.
   Mantener este hábito a largo plazo, alerta, puede acarrear importantes consecuencias para la salud como, por ejemplo, daño cerebral, hepático o renal, trastornos del metabolismo de los lípidos, osteoporosis o estreñimiento.


Cada vez como menos y engordo más

   Asimismo, en estas dietas hipocalóricas, la pérdida de peso se produce a costa del tejido muscular y no tanto del tejido adiposo -grasa-, que es lo que causa el sobrepeso.
   Una vez que se consigue el objetivo inicial, el regreso progresivo a la alimentación habitual conlleva una ganancia de peso a expensas de agua y grasa, ya que la masa muscular perdida no se vuelve a recuperar.
   "Esta pérdida definitiva de músculo lleva a una readaptación del metabolismo energético del organismo, cuya necesidad de calorías disminuye, lo que justifica expresiones frecuentes como, por ejemplo, que cada vez como menos y engordo más", concluye la Dra. Carrillo.

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